lunes, 14 de abril de 2008

Me siento fatal

A veces soy muy directa y muy viperina. O siempre, qué sé yo. La cuestión es que leo todas esas críticas estupendas a Plan América y pienso, me precipité, no lo pensé, me dejé llevar por el cabreo instantáneo.

Las críticas que leo son de espectadores, que están cabreados porque la serie se ha quitado de la parrilla. Leo también a sus guionistas, y la verdad que detesto que hayan perdido su trabajo de esa manera. Pero hay una cosa que detesto más, el conformismo.

Cuando alguien falla, siempre la culpa la tiene el otro. En este caso la culpa es de TVE por haber programado sin promoción. Ayer era de producción, en septiembre de los actores... Estoy de acuerdo. Está bien echarle la culpa a TVE, pero primero hay que decir un "y mía también". Todo el equipo tiene la culpa cuando algo así sale mal. Porque por más bajo que fuera el share, una unanimidad dice, de una u otra manera, que la historia era floja.



En realidad esto lo vemos en dos de cada tres críticas. Factura impecable, guión flojo. No parece española pero falla la historia. A posteriori, cuando todo el mundo se ha pronunciado llegan los defensores, los que no vieron la serie el día del estreno, los culpables de ese 11,3 % de share y la ponen por las nubes.

¿De qué sirve todo esto? ¿Así como vamos a aprender?

Ayer Plan América hizo un 8,6%. A lo mejor es que a la gente no le gusta de verdad.

He leído el comentario de un guionista en el Blog del Guionista Hastiado que dice que la serie no va de cooperantes, lo que buscaban era un territorio comanche que podía haber sido la frontera de Melilla por ejemplo.

En los mismos comentarios uno se quejaba de que la realidad de los cooperantes no es la que se ve en la serie.

Primero, si la serie no debía ir de cooperantes alguien cometió un error. Segundo, cuando se crea ficción se tiene la maravillosa libertad para inventar un universo. Nada de lo que pase en Colombia debería despertar dudas en mí porque no he estado allí. No soy médico, no he sido cooperante y no me he encontrado en la vida con un jeep lleno de guerrilleros. Así que a priori me pueden contar todo lo que quieran que me lo creeré. Lo que pasa es que a veces la realidad y la ficción no casan. Hay que teñir lo real para que funcione. Hay que saber mentir y eso es muy difícil.

Lo que más me molestó de todos los comentarios que he leído hasta ahora de Plan América, es que la gente echa la culpa al público. Todavía siguen defendiendo que en España lo que nos mola es tetas, culos, Resines y matrimoniadas. ¡A estas alturas! Que 5 millones de personas eligieran CSI a la ficción española les quita la razón. España no es tonta, para nada. Lo que pasa es que es vaga. Le cuesta cambiar, le gusta divertirse, no quiere aburrirse. Y sobre todo, quiere soluciones rápidas. La mayoría de pilotos de series americanas son densos, porque están bien escritos, saben que hasta que no llegue el giro en el minuto 35, el espectador tendrá que esperar y hacerse con los personajes a fuego lento. CSI y House sin embargo fueron a tiro hecho. Son capítulos autoconclusivos y han sabido captar la atención de los españoles a la primera.

Creo que España debería probar la ficción dramática autoconclusiva. Parece que con UCO lo hará (¿vuelve UCO o se la han cargado?). Policías lo hacía, aunque mantenía un buen arco argumental. Cuenta atrás también aunque aquí para mi gusto fallaban los personajes y El comisario, salvando las distancias (no ha habido serie más mala en este país).

El problema de la ficción dramática es que tiran demasiado al culebrón. Y es normal ¿Saben por qué? Porque si uno tiene talento puede rellenar 80 páginas con diálogos, pero crear tramas, inventar, eso sí que es difícil. De ahí que la mitad de las tramas sean copiadas de series americanas. Así que es preferible que la mitad del capítulo vaya de cosas que sucedieron en el anterior porque crear una nueva historia en tan poco tiempo es impensable para cualquier guionista por más talentoso que sea. Es un problema de escuela. En España no sabemos escribir guiones y esto es así, se pongan como se pongan.

Que vale que tú has escrito un corto cojonudo y te han dado 10 mil euros, que has ganado el primer premio del Festival de Móstoles, me parece fantástico. Escríbeme 80 páginas originales cada mes. A ver si puedes. Es imposible. Nosotros no podemos. Los americanos sí. Y no es cosa de dinero, no es cosa de tiempo, no. No me jodan. No. Ellos pueden. No todos, pero los guionistas que están en nómina ahora mismo, los que hacen ficción, son capaces de todo.

Me hace gracia cuando aquí dicen: es que no nos dejan hacer A dos metros bajo tierra. Pero vamos a ver ¡NO PODRÍAS AUNQUE QUISIERAS! Si me presentas una monja con una trabita en el pelo que no dice ni mu ¡no podrías!. Ellos habrían hecho que la monja fuera la borde y que hubiera llegado escuchando el Ipod. ¿Entienden? Esa es la cosa. Pero no la ven, y todavía siguen pensando que la culpa es de TVE y del espectador español que es tonto. Y lo peor es que todo el mundo les da la razón.

Y así vamos.

PD: El capítulo 3 copia una trama de Nip Tuck. Pero total ¿Quién ve Nip tuck?