jueves, 5 de junio de 2008

Lex

El que quiera saber mi opinión sobre la season finale de House que se pase por aquí. Prácticamente opino lo mismo. "La cabeza de House" me parece bueno (a miles de kilómetros de otros finales de temporada) pero sin embargo "El corazón de Wilson" no me ha gustado nada.

Bueno, vamos con Lex.

Con Ally McBeal, David E. Kelly decidió unir comedia con drama a través de un personaje que en realidad no tenía un problema muy claro, más bien los tenía todos. Era una neurótica. En realidad era como cualquiera de nosotros, pero la cosa es que sus inquietudes, temores o deseos salían a la luz a través de flashes surrealistas. Si le gustaba un chico, su lengua le crecía y atravesaba todo el despacho para darle un buen lametón.

Eli Stone llegó una década después. En este caso se trataba de un abogado y claro, los hombres ni son tan neuróticos ni le dan tantas vueltas a las cosas. Si a Eli le gustara una chica le daría directamente el lametón, no necesitaría imaginárselo. A Eli lo que le pasa es que tiene esquizofrenia. O sea, es Ally McBeal solo que justificado.

En Lex, Javier Cámara ni se imagina cosas ni es esquizofrénico. Pero actúa como si lo fuera. Cambia de humor constantemente, no se sabe lo que quiere, a veces es un tío serio y a los 5 minutos está llorando. Y no, señores, no, eso no se llama matices, se llama CAOS.

Los casos ya no es que parezcan escritos por aprendices de guionistas, es que parecen escritos por niños de 10 años. Lo del pene intercambiable es propio de un capítulo de Nip Tuck, y esto válgame Dios ¡no lo veo mal! si no fuera porque no han sabido aprovecharlo. La cosa es que en Nip Tuck todas estas tramas extravagantes (en Ally Mcbeal también las había a montones) nunca se quedaban en la superficie, llevaban a conclusiones sólidas, reales e ingeniosas. Aquí se queda en lo anecdótico.
"No me importa que tengas un pene pequeño mientras estés en casa"
"¿Complejo de pene? mírame a mí que soy paralítica". Tremendo.



La trama principal... bueno, de escándalo. Y no hacía falta complicarlo tanto. Javier Cámara no necesita justificarse. No necesita explicar 10 veces que ha aceptado el caso para ser mejor persona. Que lo acepte y punto. ¿A qué viene tanta vuelta? Ni es creíble que lo haga para ganarse la confianza de su novia, ni es lógico que su novia lo tenga en mejor consideración por llevar ese caso después de pillarlo en la cama con otra. Y toda la trama pierde gracia por estar tan justificada, por ser tan antinatural, y es inevitable que el alegato final de risa.

Pero bueno, lo peor no es esto (que ya es malo que las 3 tramas sean flojísimas pero bueno)... hay mucho más:

- Javier Cámara está sobreactuado y no es su culpa para nada, porque todos sabemos de sobra que es un actor cojonudo así que la culpa la tiene que tener el que lo ha dirigido.

- ¿Qué hace allí Santi Millán? ¿Qué es ese personaje? Me recuerda mucho a Richard en Ally Mcbeal, sin embargo Richard era cojonudo porque salía poco. Éste está todo el tiempo, siempre en medio y no hace nada.

- Y Kira? El término mujer florero se hizo para ese personaje.

- ¿Tanta gente para qué? La peliroja esa que dicta sentencias cada dos por tres ¿qué significa?

-¿Una hermana? ¿Qué? ¿Por qué no una hija? Ah claro, porque ya estaba Shark e iba a cantar (me apuesto 50 euros).

Pero lo bueno viene ahora: la serie empieza con un chico, un abogado joven, que nos cuenta que Javier Cámara es el abogado más vil del planeta. Lo que no puedo llegar a entender es cómo es que al final el chico cambia de opinión. Principalmente porque todavía no entiendo qué es ese abogado. Me dicen que es bueno, pero yo no lo he visto. Su caso fue ridículo, y las artimañas para ganarlo sucias y nada inteligentes. No han sabido encontrar una motivación clara por la cual el tío aceptó el caso. Entonces ¿Qué me quieren contar? ¿De qué va esta serie? Esto es como tener Nip Tuck y hacer llorar a Christian Troy en el primer capítulo. ¡Para ver llorar a Christian Troy hubo que esperar una veintena!

Sin embargo nada de lo anterior tiene demasiada importancia porque la serie tiene el peor problema que pueda tener un producto de ficción: no encuentra el tono. Es drama pero quiere ser comedia. Y eso en España, en Hollywood, en la china y hasta en Globomedia, es un absoluto desastre.