miércoles, 2 de septiembre de 2009

Crónica de un verano

No se crean que voy a contar anécdotas estivales. No tengo ninguna. Yo en verano hiberno, me quedo en casa a 25º y el mundo deja de existir. Odio el verano pero también odio irme de Madrid en esos meses. En realidad creo que lo que odio es rodearme de gente que está de vacaciones, no puedo con esa mezcla de hawaian tropic, salitre y sudor. No concibo las vacaciones en la playa, aunque cuando por fin voy a la playa siempre pienso "coño, ¿por qué no vendré más?". Por eso desde hace muchos años nuestras vacaciones son a partir de septiembre. Y este año toca Nueva York. Prometo crónica y la prometo en partes, llena de colores, olores y sabores. Google se ha quedado sin chinchetas porque mi mapa las tiene todas.

Lo más importante de este verano ha sido:

1) LA MUERTE DEL CINE.

No es que hayamos ido mucho al cine, pero hemos ido. Hemos visto UP, Harry Potter, Perlham 123... y en todas ha sucedido algo especial. Lo bueno es que hemos ido gratis, hemos pagado y después nos han devuelto nuestro dinero. Ir al cine es una aventura. Si vas a cualquier cine de Madrid (el Kinépolis se salva) durante los trailers vas intuyendo que en esa sala el Dolby Sorround no lo va a poner ni Dios. Pero la espera y la incertidumbre crean burbujitas divertidas en tu estómago. Cuando empieza la peli y el sonido parece salir de una lata de coca cola, miras un poco a tu alrededor, ves que nadie va a salir corriendo (a no ser que estés con tu amigo Cristóbal que tiene el record de los 100 metros lisos para que pongan el Dolby) y sales a pasarlo mal, a sudar y a perderte los primeros 5 minutos de peli. Con suerte si encuentras a alguien, un buen rato después la peli se escucha como es debido.

Decía que el Kinépolis se salva, pero solo del problema del Dolby. Los demás los tiene todos y cada día un problema nuevo. Cuando fuimos a ver Perham 123 la pantalla estaba llena de pelusas. Había una pelusa en la esquina inferior izquierda que ocupaba dos metros de pantalla. Salí corriendo de la sala antes de que empezara la película porque intuí que nadie se iba a poner a limpiar el proyector en los siguientes 2 minutos. Tuve que recorrer 200 metros hasta encontrar a alguien (200 metros corriendo, con mis tacones y después de haberme comido un Longchicken). Claro, con las prisas y el sofoco, cuando por fin encuentras a alguien la explicación no te sale muy bien, creo que grité "Pelos, sala 25, que quiten los pelos" y me volví corriendo. No estaba dispuesta a perderme los créditos de una peli de Tony Scott. Empezó la película y todo el lado derecho tenía una ristra de pelitos que se notaban menos. Pero el de la izquierda no podías dejar de verlo. John Travolta hablaba y tus ojos se iban a la pelusa gigante. De pronto la imagen se descolocó, lo de arriba pasó abajo y todo empezó a temblar, así que mi amigo Pablo salió de la sala a recorrer otra vez los 200 metros y justo en ese momento la peli se paró. Últimamente siempre se paran. Le echan la culpa a la tensión o a las tormentas, depende de si el día está despejado o no. Más o menos a la media hora de película alguien sopló y las pelusas gigantes desaparecieron para siempre. Reclamamos y nos dieron 3 invitaciones.

Con Harry Potter, también en Kinépolis, pasó algo surrealista. Cuando quedaban 20 minutos la peli se paró. Esperamos un ratito y continuó la proyección. Cuando llegaron los créditos aparecieron al revés. Como en un espejo. Los últimos 20 minutos los habíamos visto invertidos. Hubo un par de momentos extraños como que a Harry la cicatriz le cambiara de lado o el cartel de una tienda escrito al revés, pero claro no le dimos importancia porque pensamos que sería cosa de algún hechizo. Nos devolvieron el dinero y además nos dieron invitaciones.

Se preguntarán ¿por qué seguís yendo a Kinépolis? porque no van muchos energúmenos. Y porque ir al cine es una mierda en toda la puta ciudad.

2) LA MUERTE DE LA TELE

¿No les parece ridículo que en España la televisión desaparezca durante todo el verano? Dan por hecho que nadie ve la tele así que la programación es un sinvivir y todo está lleno de repeticiones o de sustitutos feos. ¿La oferta es nefasta porque nadie ve la tele en verano? ¿O nadie ve la tele en verano porque la oferta es nefasta? Es lo mismo que lo de las tiendas en agosto. ¿Las tiendas cierran porque no hay clientes? ¿O no hay clientes porque las tiendas están cerradas? No puedo entender como puede dejar de producir un país entero todo un mes. Y con la tontería Sálvame se ha ganado a España. Si es que lo único que hay que tener es un poco de cabeza.

3) SIN SERIES NO HAY PARAÍSO

Nurse Jackie, Weeds, 10 razones para odiarte y True Blood en otro post, lo prometo antes de irme a NY.

¿Qué tal Risto ayer? Alguien lo vio?