lunes, 1 de febrero de 2010

Pequeñas historias

El asunto de los actores guionistas.

Hace un par de veranos sonó la alarma. Una serie llamada Impares era graciosa. Los actores estaban fantásticos y los diálogos parecían naturales, fáciles y creíbles. Cuentan las malas lenguas que no había guionistas, solo una escaleta mal redactada. Ana habla con Miguel en una terraza, él la quiere dejar, ella monta en cólera. Ala, a improvisar chicos. Los actores por lo visto estaban mosqueados ¿No nos tendrían que pagar más? ¿Es normal que nosotros tengamos que inventarnos qué decir? La serie funcionaba, pero su problema fue que no tenía un hilo argumental. Ni siquiera un hilo. Todo era un sindios encaminado al fracaso porque no se sabía si quiera si los actores repetían personaje, no se sabía si aquello podía tener una continuidad. Simplemente los sketches se mezclaban unos con otros sin ton ni son. Eso en un Homozzaping mola pero en una serie sobre solteros que buscan el amor, pues no va muy bien.

Con La pecera de Eva está pasando lo mismo. De pronto nos creemos las escenas, no es una vergüenza ajena oirlos hablar. El problema es el mismo que en Impares, no se ve nada en el horizonte. A corto plazo mola pero... el capítulo 4 parece el capítulo 2. Yo dejé de verla dos domingos y ni lo noté. No hay continuidad, la situación de los chicos es la misma que el primer día. Es decir, no hay un trabajo de guión por ningún lado. Es una serie a la que le falta alma. Pero lo que hay le da mil vueltas al resto de series ¿es esto normal?

Los guionistas españoles se lo están planteando?? ¿Los actores están contentos con su nueva labor como creativos? Son recompensados?? Alguien sabe algo?

Las miniseries que en realidad eran TV movies.

Una TV movie puede ir de cualquier cosa, pero si cogemos un libro de estos que explican formatos, podemos llegar a la conclusión de que una TV movie generalmente cuenta una historia real. La mayoría de las veces tratan sobre maltratos, desaparicion de niños, asesinatos reales. Y así, sufriendo a lo tonto, una pasa la tarde. Porque la TV movie no pretende indagar sobre el bien y el mal, simplemente te cuenta un hecho, tu lloras en tu sofá mientras Melissa Gilbert se reencuentra con su hija desaparecida y luego te levantas y vas a planchar.

En España eso de no indagar en nada se nos da muy bien. Hacemos del aire no solo una tv movie, de 90 minutos ¡Hacemos hasta una miniserie! porque dura dos domingos. Y a mí todo esto me parece una salvajada. Se está desprestigiando el concepto de miniserie. Antes era Cañas y Barro ahora es Inocentes. Los tiempos cambian sí, lo acepto, la gente quiere ver chicas monas atadas, me parece fenomenal. Lo que no me parece ni serio ni lógico, es que no nos cuenten nada. Que en una supuesta obra de ficción todos los personajes sean antagonistas de todos y que estén corriendo medio capítulo de acá para allá. Ya está bien de jugar con la paciencia de la gente, de jugar con los formatos. Si tanta gente vio la segunda parte de El pacto o la segunda parte de Inocentes fue por una promesa. La promesa de que aquello tendría final, de que había algo en el horizonte. Las dos series (engendros de serie más bien) eran lo mismo. Una idea para un guión. Algo que se hizo sin final, sin querer contar nada, a las prisas, sin ambición, sin alma. Basta ya.

Telecinco se carga series:

El nuevo director de ficción de Telecinco ha llegado como Jack Donahey a The girlie Show. Ha puesto patas arriba los nuevos proyectos. Dos teleseries: "Fuera de juego" que iba a ir de fútbol y "Supercharly" que iba a ir de un superhéroe. Ay me ha dado un escalofrío solo de escribirlo.

El director de ficción de Telecinco ha decidido que los proyectos que no le gusten por su baja calidad se dejan de grabar y punto, hombre ya! Y yo me pregunto... Tiene que haber habido un momento en que aquello se pudiera intuir ¿no? me refiero antes del rodaje. Es muy difícil que un guion bueno se convierta en algo de muy baja calidad. Si es cosa de actores con cambiarlos tienen. Si es cosa de dirección, contratas a otro. Lo único que se me ocurre es que el punto de partida de la serie era malo y que la historia no enganchaba. ¿Y esto no lo podían haber subsanado antes de movilizar a 60 personas? ¿Quiénes leen los proyectos en las televisiones? ¿No les da pena tanta pérdida de tiempo y de dinero? Contratando a buenos lectores (para eso el directivo también debería ser buen lector) la cosa se arreglaría ¿eh?

Cuatro y el sexo:

Hoy todo el mundo habla del nuevo programa de Rafa Méndez en Cuatro, qué locurón!!!! Ha ido muy bien de share. A todo el mundo le pareció un horror, pero ahí estaban todos pegados a la tele ¿No les da vergüenza? Yo no! lo sé de oídas.