jueves, 6 de mayo de 2010

Nurse Jackie

La razón por la que nunca he hablado de Nurse Jackie en este blog es porque me daba pánico no estar a la altura. Adoro esta serie, como todas las de Showtime, se visten de pequeñitas pero son potentes e inspiradoras.

Nurse jackie es una serie de hospitales y quizás sea la primera que trata -no tanto como nos gustaría, pero sí con esmero- el tema de la seguridad privada en Estados Unidos. Aunque en Urgencias esto se planteó más de una vez, la serie no iba de eso. Nurse Jackie tampoco va de eso pero su protagonista sí, y a través de esta lucha emerge, vicodin en mano, heroica, mártir y completamente infeliz, lo más parecido a una Santa del siglo XXI.

Pero más que una serie de hospitales, Nurse Jackie es una serie que mantiene las constantes creadas por la cadena de Weeds, Dexter y Californication, la doble cara de unos personajes disfuncionales que luchan por mantener el tipo y fingir una vida normal.


La doble vida de Jackie viene no sólo por que sea una drogadicta sino porque está casada, tiene dos hijas y un amante. Y lo inmoral funciona en los dos sentidos porque en el hospital siempre termina beneficiando a los más necesitados a costa de saltarse las normas. Y sí, vale, no sólo se salta las normas, no sólo falsifica unos documentos para que un muerto pueda donar órganos, también tira una oreja por el Water para que el violador no la recupere.

Nurse Jackie no es un House, no entiendo de donde viene esta comparación sino es meramente promocional. No se parece en nada, ni siquiera nos interesan las enfermedades de los pacientes. La estructura no podría ser más opuesta. Es más, si trabajaran juntos, House acabaría siendo su marioneta. Porque la serie tiene la gracia de enaltecer a la protagonista a costa de poner en evidencia a los que están a su alrededor, sobre todo a los médicos, porque todo el mundo sabe que los doctores solo diagnostican, para curar están las enfermeras.



Una de las cosas que más me llama la atención de Nurse Jackie es que la mayoría de sus personajes son muy feos, con la excepción de Facinelli (el último camaleón) que "hace" de guapo pero que su belleza es constantemente ridiculizada. La Nueva York más fea también es parte de la serie. Su casa en Queens, los delis cochambrosos, las calles sucias... Lo único bonito que vemos son esos restaurantes a los que la lleva su amiga rica. Eso sí, Jackie siempre va en bata.


Como en todas las series maravillosas, con la segunda temporada llega la magia, porque empiezan a tomar cuerpo los secundarios (estrafalarios hasta el extremo), las historias se bifurcan y todo se vuelve más complejo. Y como decía antes, lo mejor es que se trata de una serie de Showtime donde las reglas desaparecen y los formatos se reinventan. Nurse Jackie es una serie de 20 minutos. Drama intenso y complejo en bote de comedia negra.

Seguramente todo esto sería fantástico con cualquier actriz. Pero que se trate de Eddie Falco hace que lo bueno se convierta en glorioso.