domingo, 20 de junio de 2010

FELIZ DIA DE LOS PADRES

¡Ay, mi viejo que ah iestás aún en este momento mirándome desde el único retratico roto que de ti me queda. ¿Bueno eras?


¡El mejor!
 Mi hijo mayor acaba de llamarme al telefóno, tabién él, tu nieto, es padre, y la cadena sigue, con tu sangre y tus herencias. ¿Por qué se nublan mis ojos al recordarte?



Una sola memoria entre miles, mi viejo. Tenia yo tres o cuatro años apenas. Miguel Marrero, ("Tendola") tu mejor amigo y vecino, borraco, loco de celos de ti con su mujer enferma mental la pobre, llegó frente a nuestra puerta, te llamó un nombre muy feo, te llamó mal amigo, traicionero, y te pegó un fortisimo piñazo en la cara que hizo tu sangre correr por sobre todas tus ropas. ¡Horroroso mi viejo!



No, nunca podré olvidar aquella escena. No levantáste un dedo, pareciera que no te quedaba sangre en el cuerpo, que toda se te escapaba dejándote sin sentimientos cuando, una vez que Miguel se alejó unos pasos, con una voz suave y pasiva le preguntaste, "¿Ya estás satisfecho, Miguel?"



Y no hubo un gesto de las manos para secar la sangre, ni uno de los labios para proferir un insulto.....



¡....Solo Jesucristo, padre mio!



¡Nunca seré merecedor de tanta virtud!