martes, 3 de agosto de 2010

Crisis, gasto militar y desarme

EL PAÍS - 02/08/2010

Todo hacía esperar que, al término de la guerra fría, finalizada la carrera armamentística entre las superpotencias, pudieran reducirse los gastos militares e invertir los "dividendos de la paz" en cooperación internacional y promoción de desarrollo global sostenible.

No fue así: de nuevo los países más poderosos de la tierra crearon las condiciones necesarias para seguir incrementando las inversiones en armas y tecnología militar. Para fabricar armas... hay que fabricar enemigos. En los últimos años ha tenido lugar -en contra de lo que era de esperar como reacción al disparate de la invasión de Irak- una remilitarización generalizada. La nueva fase de la instalación de bases estadounidenses en Colombia -"para hacer frente a las amenazas no solo del narcoterrorismo sino de Gobiernos anti-Estados Unidos"- ha servido de pretexto a procesos de rearme ya en curso en toda América Latina. En Venezuela el presidente Chávez ha anunciado la compra de misiles rusos "que no fallan" (4.400 millones de dólares entre 2005 y 2007). Perú, Ecuador y Bolivia se han lanzado a la compra de armamento. Brasil ha adquirido a Francia 8.500 millones de euros en helicópteros de combate, 36 aviones Rafale y transferencia de tecnología para la construcción conjunta de submarinos.