viernes, 11 de marzo de 2011

Sálvame

Hace años que quiero escribir esta entrada pero me faltaba un detonante, que por fin llegó hace dos días.

Esta semana Sé lo que hicisteis intentó ridiculizar Sálvame diario haciendo una parodia y quedó en evidencia, dejando claro que hacer 4 horas de directo diario es dificilísimo e improvisarlas es prácticamente imposible. Hay que ser muy ignorante y no entender nada de televisión para deducir que un Sálvame consiste simplemente en comer y gritar. Y hay que ser muy inepto para parodiar una parodia. Pero éste ha sido siempre el error general del programa de La Sexta, que criticaba todo por igual, sin poner límites, sin entender tonos ni formatos y claro, los errores se pagan perdiendo más del 6% de share.

No sé si por la presencia de Jorge Javier Vázquez o por una decisión general, pero Sálvame diario siguió los pasos de Aquí hay tomate, eso no se le escapa a nadie. Programas como Mamma mia, Qué me dices y Aquí hay tomate revolucionaron el mundo del corazón tratándolo desde el humor, pero el tomate fue el primer programa del corazón tratado desde la parodia, introduciendo el concepto de "noticia teaser", una noticia que nunca llegaba porque la resolución no existía y todo se quedaba en el enunciado. Un enunciado que sostenía el programa de principio a fin con títulos sobreimpresos y música terrorífica. Los personajes del tomate no tenían por qué coincidir con los de un Corazón de primavera, había más frikis, más chonis de Ambiciones, más folcróricas y ni rastro de una Preysler.

Sálvame diario se creó en ese tono, pero además se tomó una decisión magistral: hacerse con un grupo de colaboradores que por sí mismos sirvieran de contenido.

El programa no necesita más, todo está dentro. Es endogamia a prueba de balas, no necesita divorcios, muertes, bodas, ni exclusivas. De cuatro horas de programa hay 15 minutos en que se habla de "famosos externos" y a veces ni eso ¿Qué me importa cuánto le tiene que pagar Espartaco a Patricia Rato? Quiero saber por qué Lidia no invitó a Kiko a su cumpleaños.

Sálvame va creando sus propios contenidos a diario. Una frase que de casualidad dice Rosa Benito a diez minutos del final, sirve para crear contenido durante los tres días posteriores, porque su yerno contesta en otro programa. Su yerno, o sea, NADIE. Pero como espectáculo es válido. Quizás la cosa no de para una semana entera, pero no importa, ya surgirá otra frase, o un plato se caerá accidentalmente causando una heridita en el pie de una colaboradora y con eso habrá suficiente para otra hora y las consecuencias de esas discusiones provocarán dos horas más, tres horas más... todo queda en casa. El exterior no importa. Lo que haga Leticia nos importa una mierda, pero la manera en que Peñafiel habla de ella es la que interesa.

Sálvame diario ha revolucionado la televisión porque no es un programa del corazón, es un reality televisado diariamente durante cuatro horas. Y esto para cualquiera puede parecer sencillo y estúpido. ¿Acaso Gran Hermano no son 24 horas de reality? Sí, pero en una semana hay 60 minutos escasos de situaciones dignas de ser emitidas. El resto son siestas y conversaciones triviales.

Pero de todas estas cosas lo que a mí realmente me fascina del programa es su capacidad para dilatar el tiempo televisivo, para hacer que algo que podría contarse en 30 segundos dure 20 minutos.

Desde que el programa dura dos horas más, la estructura ha cambiado. Antes se sentaban directamente en las mesas, pero ahora se sientan sobre las 5 y cuarto. El programa empieza a las 4. Digamos que todo lo importante sucede de 5 a 7. Durante esa primera hora presentador y colaboradores tienen que cuidarse de no decir nada trascendente, básicamente no hay guión, no hay noticias, ni siquiera promesas de noticias, sólo relleno. Un relleno impensable con otros protagonistas. Como en todo reality el carisma de cada uno de los integrantes es lo único importante. Y da igual lo que digan importa el cómo, importa el quién.

Para salvaguardarse, por si acaso vinieran tiempos de sequía, se sacaron de la manga una jugada maestra: "La caja deluxe", que sirvió para confirmar que son ellos y sólo ellos los que importan.

Sálvame es el primer reality mundial que lleva años en Antena y donde ninguno de sus protagonistas es nominado. Pueden molestarte los contenidos, puedes reirte o estar hasta el gorro de tanto grito, pero si llamas a esto telebasura es que no entiendes nada.