Brighton 64, Sala El Sol, Madrid, sábado 2 de abril de 2011
La gira de reunión que conmemora el trigésimo aniversario de existencia de este seminal e imprescindible grupo mod parece que será la última oportunidad que tendremos los más incondicionales de la banda para poder disfrutar de su arrollador directo. Y no lo digo yo, lo dijo Albert Gil cuando presentaba la canción que cerraba su set madrileño: "Disfrutadla, que será la última vez", y claro, como no podía ser de otra forma, "La casa de la bomba" nos volvió a hacer perder los papeles.
La Sala El Sol presentó un lleno considerable, aunque, contra todo pronóstico, no alcanzo el sold out previsto. De todos modos, los presentes nos entregamos en cuerpo y alma a los barceloneses. Si bien el concierto empezó con un tono algo pausado, pronto alcanzó la velocidad de crucero característica del grupo liderado por los hermanos Gil (por cierto, su hermana Ariadna se encontraba entre el público).
La sala vivió el ambiente de esas noches que se recordarán durante mucho tiempo. Aun resuena el grito unánime y atronador de esa selecta élite modernista -"we are the mods, we are the mods, we are, we are, we are the mods"- que se agolpaba en torno al escenario entregada completamente y con la satisfacción de poder disfrutar de sus héroes al menos una última vez más.
El setlist elegido para la ocasión fue una impecable colección de éxitos de todas las épocas del grupo, empezando con "La calle 46 (club negro)" y terminando con "Palabras con sabor", sin dejarse su revisión de Wilson Picket, "En la medianoche", antes de regresar al escenario para despedirse para siempre de Madrid con "Igual nos da igual" y la citada "La casa de la bomba".
El grupo liderado por Ricky y Albert, secundados por los incombustibles Tino Peralbo a la batería y Jordi Fontich tras los teclados y la pandereta, volvió a demostrar que son los grandes abanderados de esa explosión juvenil que insistieron en implantar en aquella península en convulsión pero algo adocenada y desorientada en algunos aspectos, y dejaron corta la máxima de Gardel. En este caso fueron 30 los años que no son nada, los pogos del respetable así lo confirmaron.
Posteriormente y tras el concierto, Albert y Victor (IWanna) se turnaron a los platos en una sesión que basculó entre sonidos negros, revival y power pop con algunas incursiones en terrenos jamaicanos. La parroquia pudo así continuar bailando a ritmo de clásicos y con la sonrisa incrustada en sus complacidos rostros.
El listado completo de las canciones que nos regalaron es el que sigue:
"La calle 46 (club negro)"
"La próxima vez"
"Fotos del ayer"
"Conflicto con tu ayer"
"Ponte en marcha para mí"
"Bola y cadena"
"El mejor cocktail"
"Haz el amor"
"La ley del mínimo esfuerzo"
"Me dejo querer"
"En mi ciudad"
"Barcelona Blues"
"Donde yo caí"
"Deja de tocar a mi chica"
"En la medianoche"
"Palabras con sabor"
"Igual nos da igual"
"La casa de la bomba"
Por último, adelantar que las opciones de que Brighton 64 se despidan también de Valencia cobran cada vez más visos de verosimilitud. La sala sería Wah Wah y nuestra presencia segura.
Esta vez la edad no fue problema, chicos. Concierto majestuoso.
A modo de anecdóta, queda añadir dos notas de tinte cinematográfico. La primera, cada vez resulta más fácil confundir a Ricky Gil con Christopher Lambert, y la segunda, tampoco Vigo Mortensen quiso perderse la histórica cita y estuvo presente en El Sol.
Yo ya te lo dije