@lectorconstante ¿Dónde estabas tú cuando estrenaron #cheers11s? Si estabas delante de la tele, creo que tienes derecho a una pensión compensatoria.
A mí lo que me duele de todo esto es que de pronto todo el mundo se sienta con la facultad de juzgar la original, aún sin haberla visto. "Se ha quedado en los 80", "No tiene ritmo" ¿Comparada con qué? ¿Y las escenas de Louie que duran 10 minutos? ¿Y sus homenajes a Jarmush? Cheers era teatro, teatro televisivo multicámara y tenía un ritmo vertiginoso de frases cortísimas y coreografías y fueras de campo. ¿Qué es lo que les molesta? ¿Que todo fuera en una única localización? Yo creo que lo que les molesta es no haber participado en la creación del clásico.
Cheers tenía la ingenuidad de los 80, pero la eficacia del chiste ingenioso. Las tramas no eran descabelladas, todo lo que pasaba era muy del día a día, pero cada personaje tenía su frase, tenía su momento y no necesitábamos nada más. Para adaptarla, había que comprender en qué consistía. Cheers es el lugar en el que dejas de ser un cero a la izquierda y te conviertes en indispensable. Es el lugar en el que puede convivir una divorciada de clase baja con un psiquiatra reputado; en el que el listo se da la mano con el tonto y nadie es juzgado jamás. Desde el piloto, sienta las bases: todos somos iguales. Y claro, cuando nace la historia de amor, las diferencias se convierten en conflicto y empieza la magia.
Pero más que ninguna otra cosa Cheers es una serie sobre la frustración. El ex jugador de los Medias rojas, la eterna estudiante que no destaca en nada, la madre divorciada con 4 hijos que no prosperan, el contable infeliz, el cartero al que nadie mira. Tienes los mismos problemas que fuera pero aquí todo el mundo conoce tu nombre.
Fue la primera sitcom de la historia con personajes ricos, profundos, con inquietudes y matices desde el minuto uno. Sam es simple, inculto, necio pero cuando Diana le dice que él jamás podría embaucar a una chica inteligente, él le suelta que el color de sus ojos es como el de aquel amanecer en el embalse y ella se lo cree y los tópicos se invierten y la serie se vuelve viva.
Fue la primera sitcom de la historia con una trama de amor entre los dos protagonistas. Fue la primera sitcom de la historia con cliffhangers cardíacos. ¿Quién no se acuerda de ese espectacular Off en el que Sam se declara por teléfono?
Algo de todo eso podía haberse visto ayer. Algo... una parte. Pero seamos sensatos, si alguna vez hubo alguna intención de contar algo así, el huracán Resines lo hizo añicos.
No se debe ir contra natura. El resultado puede ser demoledor.
De la barriga de Alberto San Juan, de que los secundarios tuvieran más líneas de diálogo que en toda la historia de la original, de que Rebeca casi ni diga nada, de la presencia de Ana Belén, del Blaaaaaaas, del entrenador esquizoide... No voy a opinar.