CONSUMO DE ILUMINACION DE UN EDIFICIO / FACTORES QUE LO AFECTAN (V). La capacidad del edificio para aprovechar la luz natural.
La energía más eficiente es la que no se usa. Esa es la clave para conseguir la máxima eficiencia energética en un edificio. Así que si disponemos durante muchas horas del día de una fuente de luz totalmente sostenible y gratuita como la luz natural, ¿por que no aprovecharla al máximo?
Los seres humanos tenemos una tendencia innata a preferir lo natural a lo artificial. Todos preferimos ver un paisaje y no un “poster” de ese paisaje, preferimos respirar aire puro y no oxígeno a través de una escafandra, preferimos una planta real que una de plástico, ... y también preferimos la luz del sol a la luz de un tubo fluorescente. Pero además de esa preferencia innata hacia la luz del natural por motivos obvios, tenemos la ventaja de que es grátuita. Diseñar correctamente un edificio para que aproveche de forma optima la luz natural, no sólo implicará que sus usuarios se sientan mejor y trabajen más a gusto, además comportará un importante ahorro energético y por consiguiente un importante ahorro económico.
Estudios de soleamiento y simulaciones de iluminación natural realizadas por ESPACIO SOLAR
La optimización de la luz natural dentro de un edificio debe ser uno de los requisitos prioritarios en su diseño. Es una necesidad funcional que se debe tener en cuenta desde la etapa inicial del proceso de diseño y debe realizarse con el apoyo de especialistas en iluminación natural. De la misma manera que el cálculo de las estructuras, el dimensionado de los equipos de refrigeración o las instalaciones eléctricas se realizan con el apoyo de especialistas en cada uno de los campos, la iluminación natural de un edificio se debe considerar como una instalación más, que el arquitecto y el especialista debe integrar junto con el resto de funciones, equipos, instalaciones, etc
Sin duda las fachadas representan por lo general las fuentes de iluminación natural más importantes para un edificio, pero no podemos olvidar otros elementos importantes en la iluminación del edificio como los lucernarios, átrios o patios interiores, así como la posibilidad de utilizar elementos menos convencionales tales como conductos de sol, heliostatos, fibra óptica solar, etc.