jueves, 24 de octubre de 2013

LUZ NATURAL , EFECTOS SOBRE LAS PERSONAS Y OBJETOS





Fuente : IDAE


La luz es el “marcador temporal” de nuestro reloj biológico; un estímulo que influye en el estado de ánimo, tanto desde el punto de vista psicológico como fisiológico. Mediante una adecuada iluminación, las personas son capaces de rendir más y mejor, pueden avivar su estado de alerta, pueden mejorar su sueño y en re- sumen su bienestar. Las exigencias, recomendaciones y normas de iluminación deberán, por tanto, basarse no sólo en las puras necesidades fisiológicas sino también en las biológicas del ser humano.

 La luz y sus efectos biológicos

Aunque el efecto beneficioso de la luz natural es bien conocido desde la antigüedad, dado que la helioterapia y el posterior empleo de la fototerapia fueron muy populares hasta principios del siglo XX, la extensión masiva de los productos farmacéuticos hizo abandonar prácticamente este tipo de terapias. Gracias a los avances en investigación médica y biológica, ha vuelto en nuestros días a darse la importancia debida al carácter beneficioso de la luz (ya sea natural o artificial) para la salud y el bienestar. Pero a pesar de ello, el conocimiento de los efectos de la luz que penetra a través del ojo humano (la denominada “luz ocular”) no se ha divulgado suficientemente.

Tras las investigaciones en curso en fotobiología es evi-dente que la luz ocular actúa de mediadora y controla numerosos procesos fisiológicos y psicológicos del ser humano. Así, los efectos se agrupan y asocian a:

Control del reloj biológico.
Efectos de la luz sobre el sueño, la cura de enfermedades y el estado de ánimo.
Influencia sobre la actividad de las personas.

En un ambiente natural, la luz ocular sincroniza el reloj corporal con el ciclo de luz/oscuridad de 24 h de la tierra. Así, en ausencia total de luz, el reloj biológico inicia un funcionamiento autónomo que dura aproximadamente 24 horas y 15 minutos, y por tanto se va desviando (desincronizando) cada vez más del tiempo del reloj ambiental. Los síntomas que se presentan son similares a los del desfase que se produce después de viajar por distintas zonas horarias (en inglés “jet lag”). 


Pasados unos días, los síntomas desaparecen y la regulación circadiana se restablece porque la luz (el nuevo ciclo diario luz/oscuridad) reajusta el reloj corporal y propicia la consecución de la nueva sincronización. De acuerdo con esto, la luz artificial también puede emplearse para acelerar los reajustes en el caso del desfase horario, así como para optimizar la adaptación a los turnos de trabajo nocturno.

Igualmente, se conocen los efectos de la estimulación directa por la luz exterior en verano y en invierno, pero también los efectos de la luz en ambientes de interior (trabajo).

ver como les podemos ayudar en Espacio Solar:  http://www.espaciosolar.com/arquitectura-bioclimatica.htm

Efectos psicológicos

Ha quedado ampliamente reconocido que los seres humanos son capaces de experimentar la composición, cantidad y variación de la luz natural.

El estado de ánimo es un reflejo de las sensaciones de una persona. Factores que se sabe influyen en el estado de ánimo son el tiempo atmosférico y las estaciones, así como las condiciones visuales y el entorno (visual).

Un factor emocional muy importante es el contacto visual con el exterior. De hecho, actualmente algunos fabricantes de sistemas de alumbrado artificial producen entornos luminosos artificiales dinámicos capaces de simular las condiciones exteriores, para el trata- miento, tanto curativo como preventivo, de problemas tales como sueño, fatiga, motivación reducida, etc..

Aunque el objetivo principal de esta Guía es el ahorro de energía mediante la promoción del uso de la luz natural, se ha de considerar que quizás los ahorros indirectos, mediante una buena aplicación de la luz natural, que conducen a un entorno más satisfactorio y de una mayor calidad, son incluso más importantes que los ahorros de energía directos. Por ello es extremadamente importante que la luz natural en los lugares de trabajo sea aplicada de un modo confortable y ergonómico, asegurándose de que los usuarios aceptan la luz natural aplicada y los distintos sistemas de control relacionados teniendo en cuenta las tareas que han de realizar.



















Efectos térmicos

Las ventanas y los sistemas de iluminación con luz natural influyen no sólo en la distribución de la luz natural, sino también en la carga térmica de un edificio. La utilización de la luz natural como sistema de iluminación puede ayudar a reducir las aportaciones caloríficas del edificio debido a la favorable relación lúmenes por vatio de la luz natural y, por tanto, a ahorrar energía de refrigeración. El control de alumbrado en respuesta a la luz natural se combina a menudo con el control térmico. Cuando no hay ocupantes en una sala, el control térmico reducirá las ganancias caloríficas en verano cerrando los apantallamientos durante el día para mantener fuera el calor y abriendo las pantallas o cortinas durante la noche para enfriar por radiación. Esta actuación puede invertirse en invierno.

Efectos de la luz sobre la actividad

Muchos de los efectos positivos obtenidos mediante el empleo de la luz artificial proceden de la elaboración de proyectos de investigación médicos y biológicos que demuestran que la luz eléctrica puede ser tan efectiva como la luz natural. Sin embargo, en un espacio interior, los niveles de iluminación son general- mente mucho menores que los mínimos en el exterior, donde los niveles oscilan entre los 1000-2000 lux en un día gris y los 100.000 lux de un día soleado.

Otra diferencia entre la luz diurna y la eléctrica es la variación de nivel de iluminación y de temperatura de color de la primera en el transcurso del día, factores que se echan de menos en una actividad llevada a cabo en un interior con iluminación eléctrica (sin ventanas).
De las citadas investigaciones, se extraen conclusiones como la de que los cambios de nivel y temperatura de color en la luz diurna tienen efectos positivos sobre el estado de ánimo y la estimulación de las personas; y se han llevado a cabo pruebas que indican que estas influencias positivas pueden duplicarse con una iluminación artificial de interior dinámica, no sólo en los cambios de niveles sino también en los cambios de temperatura de color (ambiente con luz más cálida o más fría). La conclusión en este sentido es evidente: mejorar todas las instalaciones actuales teniendo en cuenta los criterios de calidad de iluminación más recientes es el primer paso para dotar al lugar de trabajo de una luz saludable y dinámica.
Así pues, como resumen de esta breve introducción a la influencia de la luz sobre la salud, basten unas cortas frases llenas de contenido:

La luz desempeña una importante función biológica, distinta de la reproducción de imágenes, que contribuye a la salud y el bienestar del ser humano.

La luz es fundamental para controlar el reloj biológico y los ritmos fisiológicos y psicológicos durante el día y las estaciones.

La luz induce efectos estimulantes directos e influye sobre el estado de ánimo.


La tecnología aplicada en la producción de luz artificial puede igualar e incluso superar con creces los efectos beneficiosos de la luz natural.
Las futuras instalaciones de alumbrado artificial gozarán de la flexibilidad suficiente para hacer que tanto la actividad de las personas como su estado de ánimo y bienestar alcancen niveles muy superiores a los actuales.


Efectos de la luz sobre los objetos y las superficies
Tanto la luz natural como la artificial tienen un efecto negativo sobre los colores y acabados superficiales de paramentos y objetos, que se denomina decoloración (o “fading” en inglés). Este efecto se debe a que am- bos tipos de luz contienen radiación ultravioleta, que a través de reacciones fotoquímicas puede decolorar rápidamente el pigmento de los objetos coloreados. 


Este efecto puede observarse en los objetos textiles expuestos en escaparates que permanecen durante mucho tiempo en una misma posición y que al retirar- los del citado escaparate y comparar con otras partes del objeto no expuestas a la luz evidencian la diferencia de pigmentación. Este efecto negativo puede pa- liarse mediante el empleo, bien en el acristalamiento (cuando se trata de luz natural) o bien en las lámparas empleadas para la instalación de alumbrado artificial, de filtros contra la radiación UV.

Hay otro efecto de índole negativa que se genera como consecuencia de la exposición de objetos a la luz natural o artificial, que es el calentamiento de dichos objetos. Este puede llegar hasta puntos extremos en los que puede deteriorarse la superficie expuesta de los objetos. Este efecto es debido fundamentalmente a la emisión de radiación infrarroja que acompaña en casi todos los casos a la luz que incide sobre los mismos. También puede evitarse mediante filtros, situados bien en los acristalamientos o bien en las lámparas o luminarias de la instalación de alumbrado artificial.

La radiación infrarroja, aportada por la luz natural y por las fuentes de luz artificiales, es la causante principal del calentamiento de los espacios interiores de los edificios, con el consiguiente desequilibrio térmico en verano que obliga al empleo adicional de acondiciona- miento de aire. 

Ver otras formas en que Espacio Solar le puede ayudar : http://www.espaciosolar.com/eficiencia-energetica.htm