Los sucesivos rover en Marte, el telescopio espacial Hubble, cientos de centros de investigación alrededor del mundo, radiotelescopios, sondas espaciales, los transbordadores, exploraciones que repercuten en el cuidado del planeta, en medicina, en física, biología, etc.
Llegar más lejos, más alto, más rápido.
Imagina lo que podríamos hacer con Penny4NASA
Todo esto y más es lo que ofrece la principal agencia espacial del mundo, la NASA. Y todo ello vale tan solo poco más de 0,4% de cada dólar de los impuestos que pagan los norteamericanos. Y aun así, se le recorta año a año. La mayor fábrica de sueños de la humanidad tiene escasez de presupuesto. La fábrica de los héroes de esta era, se está desvaneciendo o siendo desmantelada. Como decía Neil deGrasse Tyson, ya nadie piensa en el mañana. Nadie apuesta por él. La NASA lo hace. La NASA no es tan solo patrimonio de los norteamericanos sino de toda la humanidad. Gracias a ellos hemos visto los mayores cuadros del mundo y con las mejores paletas de colores imaginables. Con ellos hemos pisado otros mundos. Hemos visto con nuestros ojos maravillas increíbles que se encuentran tanto en lo más pequeño de la materia como en las ingentes estructuras cósmicas. Hemos asistido a estallidos de estrellas que, incluso en la muerte, son el mayor espectáculo del universo. Ellos han contribuido a la paz mundial, a conocer mejor el estado de nuestro planeta, a controlar mejor migraciones de animales, a mejorar épocas de conreo, han avisado de tifones y huracanes, descubierto nuevas técnicas médicas y sobretodo, sobretodo, han llevado humanos más allá. Cada vez más allá. O esa era la idea.
Pero ahora, ahora nos estamos estancando alrededor de la Tierra. Ya no somos aventureros, ya no viajamos más allá. Orbitar alrededor de la Tierra no es un reto. Hemos olvidado lo que son los héroes. En estas épocas convulsas, estamos huérfanos de ídolos. Los deportistas tienen fecha de caducidad. En unos años aparecerá alguien que superará al anterior. Los políticos son, bueno, mejor dejarlo. Las pasiones despertadas por las superestrellas deportivas o artísticas son en su mayoría pasiones y orgullos locales. Falta algo.
Nadie ya, despierta pasiones como especie. Como seres humanos. Orgullo de especie. Orgullo como planeta.
Por eso necesitamos a la NASA. Porque debemos llegar a Plutón, debemos poner seres humanos en Marte. Llegar a Europa, Ganimedes, Titán. Descubrir vida en el Cosmos. Conocer realmente lo que es la energía oscura. Necesitamos nuevos héroes. Y la NASA es la fábrica de héroes que se está quedando parada. Muchos proyectos se enquistan o están siendo cancelados.
Arrancarla no es caro. Penny4NASA es una propuesta de entusiastas y científicos norteamericanos para concienciar a la población de la importancia de seguir invirtiendo en la agencia espacial, e incluso aumentar la inversión. Piden un 1% de cada dólar de los impuestos de cada norteamericano. Y con gran razón argumentan que el retorno de la inversión supera con creces lo invertido. No conozco un ejemplo de semejante rendimiento de una inversión. La máquina de sueños que nos ayuda a levantar la cabeza necesita ayuda.
Vale la pena recordar el espíritu Apolo.
Sabemos el camino a seguir para retomar el tiempo perdido: Hacia delante, hacia delante, hacia delante. Siempre hacia delante.