TE AMO CUAL ERES
Colgada del pecho cual amuleto te llevo.
En algún rinconcito muy pequeño
guardo ese amuleto
Del cuello
como el gitano del cuento
cargo el sagrario
tejido por la mano
del Hada de los vientos
y en las tardes de invierno
los saco, los miro y de ti recuerdo.
Recuerdo
y te veo.
No sé el color de tus ojos
pardos o verdes,
puede que sean,
no sé si besas o muerdes,
y no sé cuáles son tus antojos
pero, entiende,
tu vives en mis ojos.
Cuando las tardes inclinan
sus rodillas bajo el sol,
y las golondrinas
revuelan el viejo portalón
sentado bajo el cocotero
saco el amuleto y miro
tu figura, tu sonrisa, tu sombrero
transparentes
imponerse al trovador
y en mi mente
silentes
tus recuerdos,
aquellos que no existieron,
que nunca míos fueron,
y que nunca vi
pero sentí
porque era tu amor.
Nunca te vi,
pero te veo,
nunca estuviste junto a mí
ni a mis deseos,
mas vas aquí
en mis recuerdos
alta, bajita,
gorda, flaquita,
rubia, trigueñita,
tú, tú, tú,
sola tú.
sábado, 19 de marzo de 2011
viernes, 18 de marzo de 2011
Continuamos
El sábado pasado compré en el Aldi un sobre con semillas de lechuga que me intrigó por su descripción "Cintas con semillas, 5 metros". Como no llegaba a un euro lo cogí y el contenido para mi, al menos fue de lo más curioso.
Puse el perejil arrancado encima y volví a cerrar.
Esto es lo que había dentro del sobre. 3 tiras precortadas de un papel de tipo poroso con las semillas pegas cada 3-4 cms. Como veis había tres tipo de lechuga.
Como había que ponerlo a lo largo y solo tengo 2 jardineras alargadas y las 2 con perejil, decidí quitar la que estaba más fea para poner las lechugas, así que arraqué el perejil y lo metí en el compostador que ha estado cerrado todo el invierno. Al levantar la tapa había varias lombrices en superficie que se escondieron inmediatamente.
Puse el perejil arrancado encima y volví a cerrar.
¿QUIEN SOY YO?
Don Gilberto
¿Quién soy?
Yo creía saberlo.
Pero no; no lo sé.
Mi ego, ahora me doy cuenta
Es más alto que el Himalaya
Y sin embargo mi vida es más pequeña que esa gota de rocío
Que has visto sobre el pétalo de la rosa.
Príncipe y mendigo me han llamado;
Tengo más riquezas y menos capital que un gorrión.
Capital no se conservarlo, trae mucha preocupación.
Riquezas acumuladas y sus intereses
Creciendo mientras duermo
porque soy un aprendiz de amante.
Nunca se sabe mucho del amor.
Se puede ser ostra y hacer del grano de arena una perla
Y se puede matar una flor con una mirada.
Yo quería ser.
Si. Yo quería ser.
Y dediqué cada minuto de mi vida a aprender
lo que hacían los otros:
los hombres, los pueblos,
los religiosos, los políticos,
los limosneros y tú.
Día vendrá en que yo vuelva a mi pueblo
Con mil cargas de cielos,
De nubes y de amores
Para producir la felicidad a los otros.
Yo he cargado mil cruces
Y bebido mi propia hiel.
Y he derramado lo que yo he creído
Que es amor por doquier.
Estudiar, obtener títulos,
Dar una caricia
Con los mismos dedos que apreté un gatillo,
Dirigir más de cien jueces y abogados;
Ser amigo de presidentes,
De delincuentes,
De terroristas...
Eso lo han dicho unos
Y otros lo han creído.
No sé yo el por qué.
No, no lo sé
No, no sé por qué;
Yo no soy más que un pobre fulano
Que a remos y cojeando
camina sobre las fangosas
Calles de camas y soledades
En cuerpos y caderas, destellando sin luz.
Fantasma soy.
Pero hasta los fantasmas invisibles, a veces
Pretenden ser bellos y coloridos.
Tal vez yo soy eso.
Solo envidio al pulpo
En cualquier instante vivo ocho vidas.
Las horas no me alcanzan
Para el día y me rio.
Nunca espero el final,
Los finales son cortes.
La buena pintura no nos viene en cuadritos, no;
Esa se desliza entre y por, y con los otros colores.
Llevo el alma en una mano. ¿La quieres tú?
Mañana te aburres y yo tengo
Mucho aun que trabajar.
Quiero ser pulpo por un instante
Para poder estar
Con mil rejos en las orillas de una playa,
Una reja, una jaula y unos senos.
¿Qué más da?
Soy el fantasma de mi ayer,
La penumbra de mis ojos...
Y no soy nada.
¡Pobre ego amigo mío,
Que no se había enterado!
Tonto.
¿No ves que siempre te guardé en las fosas más profundas de mí ser?
No se puede sin ego, ser hombre, navegante, capitán ni juez.
No se es nada.
Pero el ego mata.
Y por ello siempre te resguardé
Al tiempo que te aprisionaba.
Ya, qué más da.
Solo el espíritu fantasmal de los recuerdos.
Es lo que me queda.
¿Qué por qué entonces gritan mis carnes?
Tonto amigo...porque no se han enterado…
No, mis carnes están tersas,
Mi mente ágil, mis amores vivos,
Mis sueños vibrando aun
Y mis anhelos a gritos.
Otros a mi edad son viejos.
Muy viejos.
Ya dejaron de sentir amor y deseo de la carne…
Están muertos.
Esos que ya no aprecian una visita al museo,
Una corrida de toros...
Yo todavía me pongo los guantes
Y boxeo par de minutos...y más.
Pero es mi lucha interna.
Me voy a otros puertos.
He luchado por un ideal
Y ya mis ideas no cuentan.
He soñado con unas alturas,
Y pase por algunas,
Las otras cual agua entre los dedos,
Se me escaparon.
Ahora, cuando alguien me ofrece una limosna de amor
Recoge de mi alma y luego mira al almanaque...
Es sabio envejecer
Y es pecado mortal hacerlo.
Luego se burlan cuando aquél
Cuya voz ayer las enamoraba
Y hoy trata de elevar una tonada
Y se le va una falsa nota.
Nadie se registra el alma,
Hasta que le llega el turno.
Y entonces, ya es muy tarde.
Mi turno no anda lejos...
Soy viejo, ya lo sé.
Y hace unos días un joven apuesto,
Bello y galante me preguntaba:
¿Cómo lo hace usted?
Yo daría la mitad de mi vida
Por aprender con usted...
Gracias, hijo, pero media vida
No sería suficiente,
Solo tienes unos veinte.
Escala la montaña,
Préstale tus zapatos al otro
Y camina sin ellos,
Gánatelo, no lo tomes al pasar;
Cuídalo y déjalo seguir.
Ellas te oirán.
Pero, es que usted tiene magia,
Lo de usted parece tan sencillo....
No, hijo; no es magia es lo segundo.
Es lo sencillo.
No creas que eres una roca.
Tu firmeza es temporal,
Cubito de hielo somos,
Duros ahora, agua al canal después.
Y esa gota de agua que acabas de beber,
Luego que limpie tu sistema regresará a la tierra,
Se calienta, evapora se eleva y forma bella
o amenazadora nube,
Te cae sobre el jardín y lo hace florecer,
Y le enjuaga las manos a la mujer
Que con ellas te ha de acariciar.
Y cuando miro a mí alrededor
Estoy sobre una piedra,
En el medio de la mar… Solo.
Solo soy.
Solo estoy y solo he estado
En medio de la multitud
Mi vida entera.
Jamás me compartí.
Jamás le permití a nadie mirar a mis adentros.
No importa cómo, donde ni por qué.
Los torturadores han lastimado mi cuerpo,
Las guerras también,
Pero mi sonrisa no
Cesa, mi cerebro labora.
Nadie penetra allí.
Nadie nunca pudo.
Nadie podrá.
Y mis pieles no cuelgan aún.
Pero el tiempo se acorta.
Y otras me quieren cortar.
Tengo una amiga muy bella,
37 añitos, china pura,
Criada y educada aquí.
Fue mi discípula la muy pilla.
Me abraza, me besa y me propone a menudo.
Quítate solo 35 años
y me caso contigo.
¡YA! y lo grita ante todos.
Pobre de mí... ¿Por dónde corto?
Viejo verde, azul o candelillas sobre el agua.
Tonto mejor.
Quiero salvar a mi Patria y no puedo
Cargar mis costillas,
Quiero escalar más montañas,
Volver a caminar sobre un cable de acero
Entre dos barcos o entre dos rascacielos
Y ya le temo al sonido del trueno.
¿Ego de qué?
Quiero ser pulpo tal vez para agarrarte enterita
Y que no te me escapes.
O para poder seguir atendiendo todas mis vidas regadas
Por el mundo.
Ya apenas viajo y quiero volver.
Mi vida ha sido en viajes, y en aventuras,
En cambio de paisajes, en movimiento,
En bienvenidas y adioses,
Entre risas y lágrimas
Entre almohadas, pajares y ríos...
Nadie me pudo seguir, viajo a placer.
Y ahora estoy mirando
a mi bitácora de oro,
¡oh, no, de oro no, que muy pobre es!
He borrado muchos nombres,
nadie los debe de ver.
Quien a mi lado durmió,
un secreto en mi depositó.
¿Qué historia puedo hacer?
Ríe. No soy feliz.
No he sabido serlo; nunca lo fui.
Si mi sed han calmado tus aguas,
tú me las diste, yo no las robé.
Si mi espíritu flota en las noches,
es que la muerte ronda,
y no quiere esperar que me muera
Para salir a enamorarte otra vez.
Voy a cambiar mi vida.
Voy seriamente a escribir.
Voy a silenciar mil voces
que me queman los adentros
Y tocar solo en las alas
del que fue mi corazón.
Se cansa el mundo de mí.
De mí que nada tengo ya para dar.
Un verso aquí, una ilusión allá,
Un recuerdo colgado en la pared....
Unas candelillas en la noche a la orilla del rio.
Ni siquiera las luces boreales soy.
¿Ego de qué?
Anda, vuélvete a la botella para ponerle el tapón.
Un momento, ahí, jefe; a la botella no.
¿Y por qué no?
Porque yo soy su ego,
no su mago de la botella.
Está bien, pero eso no te impide...
Señor, yo solo soy su ego,
Y en estos días usted anda trepado sobre mis hombros,
¿Qué puedo yo hacer?
¡Ah, hombre, habérmelo dicho antes!
Yo hubiera tratado, jefe, de nuevo le digo.
Pero cuando usted vio a esa mujer...
¡Calla! ¡Basta!
Como usted diga, jefe.
Vuelvo a pensar y quiero izar mis velas.
Quiero, pero no puedo.
Estoy anclado en ti.
------------------
Don Gilberto
Don Gilberto
¿Quién soy?
Yo creía saberlo.
Pero no; no lo sé.
Mi ego, ahora me doy cuenta
Es más alto que el Himalaya
Y sin embargo mi vida es más pequeña que esa gota de rocío
Que has visto sobre el pétalo de la rosa.
Príncipe y mendigo me han llamado;
Tengo más riquezas y menos capital que un gorrión.
Capital no se conservarlo, trae mucha preocupación.
Riquezas acumuladas y sus intereses
Creciendo mientras duermo
porque soy un aprendiz de amante.
Nunca se sabe mucho del amor.
Se puede ser ostra y hacer del grano de arena una perla
Y se puede matar una flor con una mirada.
Yo quería ser.
Si. Yo quería ser.
Y dediqué cada minuto de mi vida a aprender
lo que hacían los otros:
los hombres, los pueblos,
los religiosos, los políticos,
los limosneros y tú.
Día vendrá en que yo vuelva a mi pueblo
Con mil cargas de cielos,
De nubes y de amores
Para producir la felicidad a los otros.
Yo he cargado mil cruces
Y bebido mi propia hiel.
Y he derramado lo que yo he creído
Que es amor por doquier.
Estudiar, obtener títulos,
Dar una caricia
Con los mismos dedos que apreté un gatillo,
Dirigir más de cien jueces y abogados;
Ser amigo de presidentes,
De delincuentes,
De terroristas...
Eso lo han dicho unos
Y otros lo han creído.
No sé yo el por qué.
No, no lo sé
No, no sé por qué;
Yo no soy más que un pobre fulano
Que a remos y cojeando
camina sobre las fangosas
Calles de camas y soledades
En cuerpos y caderas, destellando sin luz.
Fantasma soy.
Pero hasta los fantasmas invisibles, a veces
Pretenden ser bellos y coloridos.
Tal vez yo soy eso.
Solo envidio al pulpo
En cualquier instante vivo ocho vidas.
Las horas no me alcanzan
Para el día y me rio.
Nunca espero el final,
Los finales son cortes.
La buena pintura no nos viene en cuadritos, no;
Esa se desliza entre y por, y con los otros colores.
Llevo el alma en una mano. ¿La quieres tú?
Mañana te aburres y yo tengo
Mucho aun que trabajar.
Quiero ser pulpo por un instante
Para poder estar
Con mil rejos en las orillas de una playa,
Una reja, una jaula y unos senos.
¿Qué más da?
Soy el fantasma de mi ayer,
La penumbra de mis ojos...
Y no soy nada.
¡Pobre ego amigo mío,
Que no se había enterado!
Tonto.
¿No ves que siempre te guardé en las fosas más profundas de mí ser?
No se puede sin ego, ser hombre, navegante, capitán ni juez.
No se es nada.
Pero el ego mata.
Y por ello siempre te resguardé
Al tiempo que te aprisionaba.
Ya, qué más da.
Solo el espíritu fantasmal de los recuerdos.
Es lo que me queda.
¿Qué por qué entonces gritan mis carnes?
Tonto amigo...porque no se han enterado…
No, mis carnes están tersas,
Mi mente ágil, mis amores vivos,
Mis sueños vibrando aun
Y mis anhelos a gritos.
Otros a mi edad son viejos.
Muy viejos.
Ya dejaron de sentir amor y deseo de la carne…
Están muertos.
Esos que ya no aprecian una visita al museo,
Una corrida de toros...
Yo todavía me pongo los guantes
Y boxeo par de minutos...y más.
Pero es mi lucha interna.
Me voy a otros puertos.
He luchado por un ideal
Y ya mis ideas no cuentan.
He soñado con unas alturas,
Y pase por algunas,
Las otras cual agua entre los dedos,
Se me escaparon.
Ahora, cuando alguien me ofrece una limosna de amor
Recoge de mi alma y luego mira al almanaque...
Es sabio envejecer
Y es pecado mortal hacerlo.
Luego se burlan cuando aquél
Cuya voz ayer las enamoraba
Y hoy trata de elevar una tonada
Y se le va una falsa nota.
Nadie se registra el alma,
Hasta que le llega el turno.
Y entonces, ya es muy tarde.
Mi turno no anda lejos...
Soy viejo, ya lo sé.
Y hace unos días un joven apuesto,
Bello y galante me preguntaba:
¿Cómo lo hace usted?
Yo daría la mitad de mi vida
Por aprender con usted...
Gracias, hijo, pero media vida
No sería suficiente,
Solo tienes unos veinte.
Escala la montaña,
Préstale tus zapatos al otro
Y camina sin ellos,
Gánatelo, no lo tomes al pasar;
Cuídalo y déjalo seguir.
Ellas te oirán.
Pero, es que usted tiene magia,
Lo de usted parece tan sencillo....
No, hijo; no es magia es lo segundo.
Es lo sencillo.
No creas que eres una roca.
Tu firmeza es temporal,
Cubito de hielo somos,
Duros ahora, agua al canal después.
Y esa gota de agua que acabas de beber,
Luego que limpie tu sistema regresará a la tierra,
Se calienta, evapora se eleva y forma bella
o amenazadora nube,
Te cae sobre el jardín y lo hace florecer,
Y le enjuaga las manos a la mujer
Que con ellas te ha de acariciar.
Y cuando miro a mí alrededor
Estoy sobre una piedra,
En el medio de la mar… Solo.
Solo soy.
Solo estoy y solo he estado
En medio de la multitud
Mi vida entera.
Jamás me compartí.
Jamás le permití a nadie mirar a mis adentros.
No importa cómo, donde ni por qué.
Los torturadores han lastimado mi cuerpo,
Las guerras también,
Pero mi sonrisa no
Cesa, mi cerebro labora.
Nadie penetra allí.
Nadie nunca pudo.
Nadie podrá.
Y mis pieles no cuelgan aún.
Pero el tiempo se acorta.
Y otras me quieren cortar.
Tengo una amiga muy bella,
37 añitos, china pura,
Criada y educada aquí.
Fue mi discípula la muy pilla.
Me abraza, me besa y me propone a menudo.
Quítate solo 35 años
y me caso contigo.
¡YA! y lo grita ante todos.
Pobre de mí... ¿Por dónde corto?
Viejo verde, azul o candelillas sobre el agua.
Tonto mejor.
Quiero salvar a mi Patria y no puedo
Cargar mis costillas,
Quiero escalar más montañas,
Volver a caminar sobre un cable de acero
Entre dos barcos o entre dos rascacielos
Y ya le temo al sonido del trueno.
¿Ego de qué?
Quiero ser pulpo tal vez para agarrarte enterita
Y que no te me escapes.
O para poder seguir atendiendo todas mis vidas regadas
Por el mundo.
Ya apenas viajo y quiero volver.
Mi vida ha sido en viajes, y en aventuras,
En cambio de paisajes, en movimiento,
En bienvenidas y adioses,
Entre risas y lágrimas
Entre almohadas, pajares y ríos...
Nadie me pudo seguir, viajo a placer.
Y ahora estoy mirando
a mi bitácora de oro,
¡oh, no, de oro no, que muy pobre es!
He borrado muchos nombres,
nadie los debe de ver.
Quien a mi lado durmió,
un secreto en mi depositó.
¿Qué historia puedo hacer?
Ríe. No soy feliz.
No he sabido serlo; nunca lo fui.
Si mi sed han calmado tus aguas,
tú me las diste, yo no las robé.
Si mi espíritu flota en las noches,
es que la muerte ronda,
y no quiere esperar que me muera
Para salir a enamorarte otra vez.
Voy a cambiar mi vida.
Voy seriamente a escribir.
Voy a silenciar mil voces
que me queman los adentros
Y tocar solo en las alas
del que fue mi corazón.
Se cansa el mundo de mí.
De mí que nada tengo ya para dar.
Un verso aquí, una ilusión allá,
Un recuerdo colgado en la pared....
Unas candelillas en la noche a la orilla del rio.
Ni siquiera las luces boreales soy.
¿Ego de qué?
Anda, vuélvete a la botella para ponerle el tapón.
Un momento, ahí, jefe; a la botella no.
¿Y por qué no?
Porque yo soy su ego,
no su mago de la botella.
Está bien, pero eso no te impide...
Señor, yo solo soy su ego,
Y en estos días usted anda trepado sobre mis hombros,
¿Qué puedo yo hacer?
¡Ah, hombre, habérmelo dicho antes!
Yo hubiera tratado, jefe, de nuevo le digo.
Pero cuando usted vio a esa mujer...
¡Calla! ¡Basta!
Como usted diga, jefe.
Vuelvo a pensar y quiero izar mis velas.
Quiero, pero no puedo.
Estoy anclado en ti.
------------------
Don Gilberto
¿Quién soy?
Yo creía saberlo.
Pero no; no lo sé.
Mi ego, ahora me doy cuenta
Es más alto que el Himalaya
Y sin embargo mi vida es más pequeña que esa gota de rocío
Que has visto sobre el pétalo de la rosa.
Príncipe y mendigo me han llamado;
Tengo más riquezas y menos capital que un gorrión.
Capital no se conservarlo, trae mucha preocupación.
Riquezas acumuladas y sus intereses
Creciendo mientras duermo
porque soy un aprendiz de amante.
Nunca se sabe mucho del amor.
Se puede ser ostra y hacer del grano de arena una perla
Y se puede matar una flor con una mirada.
Yo quería ser.
Si. Yo quería ser.
Y dediqué cada minuto de mi vida a aprender
lo que hacían los otros:
los hombres, los pueblos,
los religiosos, los políticos,
los limosneros y tú.
Día vendrá en que yo vuelva a mi pueblo
Con mil cargas de cielos,
De nubes y de amores
Para producir la felicidad a los otros.
Yo he cargado mil cruces
Y bebido mi propia hiel.
Y he derramado lo que yo he creído
Que es amor por doquier.
Estudiar, obtener títulos,
Dar una caricia
Con los mismos dedos que apreté un gatillo,
Dirigir más de cien jueces y abogados;
Ser amigo de presidentes,
De delincuentes,
De terroristas...
Eso lo han dicho unos
Y otros lo han creído.
No sé yo el por qué.
No, no lo sé
No, no sé por qué;
Yo no soy más que un pobre fulano
Que a remos y cojeando
camina sobre las fangosas
Calles de camas y soledades
En cuerpos y caderas, destellando sin luz.
Fantasma soy.
Pero hasta los fantasmas invisibles, a veces
Pretenden ser bellos y coloridos.
Tal vez yo soy eso.
Solo envidio al pulpo
En cualquier instante vivo ocho vidas.
Las horas no me alcanzan
Para el día y me rio.
Nunca espero el final,
Los finales son cortes.
La buena pintura no nos viene en cuadritos, no;
Esa se desliza entre y por, y con los otros colores.
Llevo el alma en una mano. ¿La quieres tú?
Mañana te aburres y yo tengo
Mucho aun que trabajar.
Quiero ser pulpo por un instante
Para poder estar
Con mil rejos en las orillas de una playa,
Una reja, una jaula y unos senos.
¿Qué más da?
Soy el fantasma de mi ayer,
La penumbra de mis ojos...
Y no soy nada.
¡Pobre ego amigo mío,
Que no se había enterado!
Tonto.
¿No ves que siempre te guardé en las fosas más profundas de mí ser?
No se puede sin ego, ser hombre, navegante, capitán ni juez.
No se es nada.
Pero el ego mata.
Y por ello siempre te resguardé
Al tiempo que te aprisionaba.
Ya, qué más da.
Solo el espíritu fantasmal de los recuerdos.
Es lo que me queda.
¿Qué por qué entonces gritan mis carnes?
Tonto amigo...porque no se han enterado…
No, mis carnes están tersas,
Mi mente ágil, mis amores vivos,
Mis sueños vibrando aun
Y mis anhelos a gritos.
Otros a mi edad son viejos.
Muy viejos.
Ya dejaron de sentir amor y deseo de la carne…
Están muertos.
Esos que ya no aprecian una visita al museo,
Una corrida de toros...
Yo todavía me pongo los guantes
Y boxeo par de minutos...y más.
Pero es mi lucha interna.
Me voy a otros puertos.
He luchado por un ideal
Y ya mis ideas no cuentan.
He soñado con unas alturas,
Y pase por algunas,
Las otras cual agua entre los dedos,
Se me escaparon.
Ahora, cuando alguien me ofrece una limosna de amor
Recoge de mi alma y luego mira al almanaque...
Es sabio envejecer
Y es pecado mortal hacerlo.
Luego se burlan cuando aquél
Cuya voz ayer las enamoraba
Y hoy trata de elevar una tonada
Y se le va una falsa nota.
Nadie se registra el alma,
Hasta que le llega el turno.
Y entonces, ya es muy tarde.
Mi turno no anda lejos...
Soy viejo, ya lo sé.
Y hace unos días un joven apuesto,
Bello y galante me preguntaba:
¿Cómo lo hace usted?
Yo daría la mitad de mi vida
Por aprender con usted...
Gracias, hijo, pero media vida
No sería suficiente,
Solo tienes unos veinte.
Escala la montaña,
Préstale tus zapatos al otro
Y camina sin ellos,
Gánatelo, no lo tomes al pasar;
Cuídalo y déjalo seguir.
Ellas te oirán.
Pero, es que usted tiene magia,
Lo de usted parece tan sencillo....
No, hijo; no es magia es lo segundo.
Es lo sencillo.
No creas que eres una roca.
Tu firmeza es temporal,
Cubito de hielo somos,
Duros ahora, agua al canal después.
Y esa gota de agua que acabas de beber,
Luego que limpie tu sistema regresará a la tierra,
Se calienta, evapora se eleva y forma bella
o amenazadora nube,
Te cae sobre el jardín y lo hace florecer,
Y le enjuaga las manos a la mujer
Que con ellas te ha de acariciar.
Y cuando miro a mí alrededor
Estoy sobre una piedra,
En el medio de la mar… Solo.
Solo soy.
Solo estoy y solo he estado
En medio de la multitud
Mi vida entera.
Jamás me compartí.
Jamás le permití a nadie mirar a mis adentros.
No importa cómo, donde ni por qué.
Los torturadores han lastimado mi cuerpo,
Las guerras también,
Pero mi sonrisa no
Cesa, mi cerebro labora.
Nadie penetra allí.
Nadie nunca pudo.
Nadie podrá.
Y mis pieles no cuelgan aún.
Pero el tiempo se acorta.
Y otras me quieren cortar.
Tengo una amiga muy bella,
37 añitos, china pura,
Criada y educada aquí.
Fue mi discípula la muy pilla.
Me abraza, me besa y me propone a menudo.
Quítate solo 35 años
y me caso contigo.
¡YA! y lo grita ante todos.
Pobre de mí... ¿Por dónde corto?
Viejo verde, azul o candelillas sobre el agua.
Tonto mejor.
Quiero salvar a mi Patria y no puedo
Cargar mis costillas,
Quiero escalar más montañas,
Volver a caminar sobre un cable de acero
Entre dos barcos o entre dos rascacielos
Y ya le temo al sonido del trueno.
¿Ego de qué?
Quiero ser pulpo tal vez para agarrarte enterita
Y que no te me escapes.
O para poder seguir atendiendo todas mis vidas regadas
Por el mundo.
Ya apenas viajo y quiero volver.
Mi vida ha sido en viajes, y en aventuras,
En cambio de paisajes, en movimiento,
En bienvenidas y adioses,
Entre risas y lágrimas
Entre almohadas, pajares y ríos...
Nadie me pudo seguir, viajo a placer.
Y ahora estoy mirando
a mi bitácora de oro,
¡oh, no, de oro no, que muy pobre es!
He borrado muchos nombres,
nadie los debe de ver.
Quien a mi lado durmió,
un secreto en mi depositó.
¿Qué historia puedo hacer?
Ríe. No soy feliz.
No he sabido serlo; nunca lo fui.
Si mi sed han calmado tus aguas,
tú me las diste, yo no las robé.
Si mi espíritu flota en las noches,
es que la muerte ronda,
y no quiere esperar que me muera
Para salir a enamorarte otra vez.
Voy a cambiar mi vida.
Voy seriamente a escribir.
Voy a silenciar mil voces
que me queman los adentros
Y tocar solo en las alas
del que fue mi corazón.
Se cansa el mundo de mí.
De mí que nada tengo ya para dar.
Un verso aquí, una ilusión allá,
Un recuerdo colgado en la pared....
Unas candelillas en la noche a la orilla del rio.
Ni siquiera las luces boreales soy.
¿Ego de qué?
Anda, vuélvete a la botella para ponerle el tapón.
Un momento, ahí, jefe; a la botella no.
¿Y por qué no?
Porque yo soy su ego,
no su mago de la botella.
Está bien, pero eso no te impide...
Señor, yo solo soy su ego,
Y en estos días usted anda trepado sobre mis hombros,
¿Qué puedo yo hacer?
¡Ah, hombre, habérmelo dicho antes!
Yo hubiera tratado, jefe, de nuevo le digo.
Pero cuando usted vio a esa mujer...
¡Calla! ¡Basta!
Como usted diga, jefe.
Vuelvo a pensar y quiero izar mis velas.
Quiero, pero no puedo.
Estoy anclado en ti.
------------------
Don Gilberto
Don Gilberto
¿Quién soy?
Yo creía saberlo.
Pero no; no lo sé.
Mi ego, ahora me doy cuenta
Es más alto que el Himalaya
Y sin embargo mi vida es más pequeña que esa gota de rocío
Que has visto sobre el pétalo de la rosa.
Príncipe y mendigo me han llamado;
Tengo más riquezas y menos capital que un gorrión.
Capital no se conservarlo, trae mucha preocupación.
Riquezas acumuladas y sus intereses
Creciendo mientras duermo
porque soy un aprendiz de amante.
Nunca se sabe mucho del amor.
Se puede ser ostra y hacer del grano de arena una perla
Y se puede matar una flor con una mirada.
Yo quería ser.
Si. Yo quería ser.
Y dediqué cada minuto de mi vida a aprender
lo que hacían los otros:
los hombres, los pueblos,
los religiosos, los políticos,
los limosneros y tú.
Día vendrá en que yo vuelva a mi pueblo
Con mil cargas de cielos,
De nubes y de amores
Para producir la felicidad a los otros.
Yo he cargado mil cruces
Y bebido mi propia hiel.
Y he derramado lo que yo he creído
Que es amor por doquier.
Estudiar, obtener títulos,
Dar una caricia
Con los mismos dedos que apreté un gatillo,
Dirigir más de cien jueces y abogados;
Ser amigo de presidentes,
De delincuentes,
De terroristas...
Eso lo han dicho unos
Y otros lo han creído.
No sé yo el por qué.
No, no lo sé
No, no sé por qué;
Yo no soy más que un pobre fulano
Que a remos y cojeando
camina sobre las fangosas
Calles de camas y soledades
En cuerpos y caderas, destellando sin luz.
Fantasma soy.
Pero hasta los fantasmas invisibles, a veces
Pretenden ser bellos y coloridos.
Tal vez yo soy eso.
Solo envidio al pulpo
En cualquier instante vivo ocho vidas.
Las horas no me alcanzan
Para el día y me rio.
Nunca espero el final,
Los finales son cortes.
La buena pintura no nos viene en cuadritos, no;
Esa se desliza entre y por, y con los otros colores.
Llevo el alma en una mano. ¿La quieres tú?
Mañana te aburres y yo tengo
Mucho aun que trabajar.
Quiero ser pulpo por un instante
Para poder estar
Con mil rejos en las orillas de una playa,
Una reja, una jaula y unos senos.
¿Qué más da?
Soy el fantasma de mi ayer,
La penumbra de mis ojos...
Y no soy nada.
¡Pobre ego amigo mío,
Que no se había enterado!
Tonto.
¿No ves que siempre te guardé en las fosas más profundas de mí ser?
No se puede sin ego, ser hombre, navegante, capitán ni juez.
No se es nada.
Pero el ego mata.
Y por ello siempre te resguardé
Al tiempo que te aprisionaba.
Ya, qué más da.
Solo el espíritu fantasmal de los recuerdos.
Es lo que me queda.
¿Qué por qué entonces gritan mis carnes?
Tonto amigo...porque no se han enterado…
No, mis carnes están tersas,
Mi mente ágil, mis amores vivos,
Mis sueños vibrando aun
Y mis anhelos a gritos.
Otros a mi edad son viejos.
Muy viejos.
Ya dejaron de sentir amor y deseo de la carne…
Están muertos.
Esos que ya no aprecian una visita al museo,
Una corrida de toros...
Yo todavía me pongo los guantes
Y boxeo par de minutos...y más.
Pero es mi lucha interna.
Me voy a otros puertos.
He luchado por un ideal
Y ya mis ideas no cuentan.
He soñado con unas alturas,
Y pase por algunas,
Las otras cual agua entre los dedos,
Se me escaparon.
Ahora, cuando alguien me ofrece una limosna de amor
Recoge de mi alma y luego mira al almanaque...
Es sabio envejecer
Y es pecado mortal hacerlo.
Luego se burlan cuando aquél
Cuya voz ayer las enamoraba
Y hoy trata de elevar una tonada
Y se le va una falsa nota.
Nadie se registra el alma,
Hasta que le llega el turno.
Y entonces, ya es muy tarde.
Mi turno no anda lejos...
Soy viejo, ya lo sé.
Y hace unos días un joven apuesto,
Bello y galante me preguntaba:
¿Cómo lo hace usted?
Yo daría la mitad de mi vida
Por aprender con usted...
Gracias, hijo, pero media vida
No sería suficiente,
Solo tienes unos veinte.
Escala la montaña,
Préstale tus zapatos al otro
Y camina sin ellos,
Gánatelo, no lo tomes al pasar;
Cuídalo y déjalo seguir.
Ellas te oirán.
Pero, es que usted tiene magia,
Lo de usted parece tan sencillo....
No, hijo; no es magia es lo segundo.
Es lo sencillo.
No creas que eres una roca.
Tu firmeza es temporal,
Cubito de hielo somos,
Duros ahora, agua al canal después.
Y esa gota de agua que acabas de beber,
Luego que limpie tu sistema regresará a la tierra,
Se calienta, evapora se eleva y forma bella
o amenazadora nube,
Te cae sobre el jardín y lo hace florecer,
Y le enjuaga las manos a la mujer
Que con ellas te ha de acariciar.
Y cuando miro a mí alrededor
Estoy sobre una piedra,
En el medio de la mar… Solo.
Solo soy.
Solo estoy y solo he estado
En medio de la multitud
Mi vida entera.
Jamás me compartí.
Jamás le permití a nadie mirar a mis adentros.
No importa cómo, donde ni por qué.
Los torturadores han lastimado mi cuerpo,
Las guerras también,
Pero mi sonrisa no
Cesa, mi cerebro labora.
Nadie penetra allí.
Nadie nunca pudo.
Nadie podrá.
Y mis pieles no cuelgan aún.
Pero el tiempo se acorta.
Y otras me quieren cortar.
Tengo una amiga muy bella,
37 añitos, china pura,
Criada y educada aquí.
Fue mi discípula la muy pilla.
Me abraza, me besa y me propone a menudo.
Quítate solo 35 años
y me caso contigo.
¡YA! y lo grita ante todos.
Pobre de mí... ¿Por dónde corto?
Viejo verde, azul o candelillas sobre el agua.
Tonto mejor.
Quiero salvar a mi Patria y no puedo
Cargar mis costillas,
Quiero escalar más montañas,
Volver a caminar sobre un cable de acero
Entre dos barcos o entre dos rascacielos
Y ya le temo al sonido del trueno.
¿Ego de qué?
Quiero ser pulpo tal vez para agarrarte enterita
Y que no te me escapes.
O para poder seguir atendiendo todas mis vidas regadas
Por el mundo.
Ya apenas viajo y quiero volver.
Mi vida ha sido en viajes, y en aventuras,
En cambio de paisajes, en movimiento,
En bienvenidas y adioses,
Entre risas y lágrimas
Entre almohadas, pajares y ríos...
Nadie me pudo seguir, viajo a placer.
Y ahora estoy mirando
a mi bitácora de oro,
¡oh, no, de oro no, que muy pobre es!
He borrado muchos nombres,
nadie los debe de ver.
Quien a mi lado durmió,
un secreto en mi depositó.
¿Qué historia puedo hacer?
Ríe. No soy feliz.
No he sabido serlo; nunca lo fui.
Si mi sed han calmado tus aguas,
tú me las diste, yo no las robé.
Si mi espíritu flota en las noches,
es que la muerte ronda,
y no quiere esperar que me muera
Para salir a enamorarte otra vez.
Voy a cambiar mi vida.
Voy seriamente a escribir.
Voy a silenciar mil voces
que me queman los adentros
Y tocar solo en las alas
del que fue mi corazón.
Se cansa el mundo de mí.
De mí que nada tengo ya para dar.
Un verso aquí, una ilusión allá,
Un recuerdo colgado en la pared....
Unas candelillas en la noche a la orilla del rio.
Ni siquiera las luces boreales soy.
¿Ego de qué?
Anda, vuélvete a la botella para ponerle el tapón.
Un momento, ahí, jefe; a la botella no.
¿Y por qué no?
Porque yo soy su ego,
no su mago de la botella.
Está bien, pero eso no te impide...
Señor, yo solo soy su ego,
Y en estos días usted anda trepado sobre mis hombros,
¿Qué puedo yo hacer?
¡Ah, hombre, habérmelo dicho antes!
Yo hubiera tratado, jefe, de nuevo le digo.
Pero cuando usted vio a esa mujer...
¡Calla! ¡Basta!
Como usted diga, jefe.
Vuelvo a pensar y quiero izar mis velas.
Quiero, pero no puedo.
Estoy anclado en ti.
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Don Gilberto
Por qué odio Glee
Bah, no la odio, era para captar su atención. No puedo odiar una serie que me ha dado tanto placer, pero la verdad es que ¡no la soporto!
El otro día viendo el 2x14 Blame it on the alcohol me di cuenta de todo. Lo que me estaba interesando era todo aquello que pasaba fuera de la clase de canto. Me gustaba verlos borrachos en la fiesta, haciendo cosas diferentes a lo que suelen hacer que es llorar y quejarse de quién sabe qué. Así que llegué a una conclusión terrible: En Glee sobran los números musicales.
Me dirán ¡Pero entonces quieres otra serie! No! Quiero los números musicales pero su uso ya no puede ser el mismo. Ha pasado el tiempo, se supone que los chicos ya no necesitan demostrar nada, ya no son unos nerds. Eso de "Cantar para que el mundo nos acepte" es HORRIBLE. Ya no hace falta justificar el musical.
De todos modos hay algo que me saca mucho y que es más determinante para mí que todo lo demás. No soporto el sonido de las canciones. Esas voces de estudio tan perfectas, me sacan de quicio. Y ellos siempre gesticulando tanto... Entiendo que las canciones no se puedan cantar en vivo, pero hay otras maneras de hacerlo, con otro sonido, que parezca más natural ¡yo qué sé! Por ejemplo Gwyneth Paltrow canta y me la creo más, no se pone a hacer monerías y su voz casa bien. La voz de Rachel me agota mucho y esas caras de "como me estoy creyendo esta canción", pff...
La elección de las canciones ya es un tema personal. Lo que me jode es que se jactan de haber pasado de clásicos ochenteros a temas actuales y creo que no tiene sentido ninguno. Que te canten lo mismo que 2 minutos después puedes escuchar en original en MTV no tiene gracia. Que tampoco versionan con un estilo muy personal. Quitando dos excepciones, es todo más bien un calco. Pero bueno, supongo que habrá sido porque la masa de jóvenes gritaba en los foros cosas como ¡Más Rihanna y menos Journey!
Desde luego la presencia de Gwyneth ayuda, pero es inevitable preguntarse por qué. ¿Ilumina el espacio donde aparece? Yo creo que no. Por más maravillosa que sea una actriz, es imposible que todo ese subidón lo de su sola presencia. Yo creo que el personaje es estupendo, pero creo también que en los dos episodios en que Gwyneth ha aparecido han pasado cosas.
Desde hace ya algún tempo, en Glee prácticamenteno no pasa nada. ¿Cuántas veces hemos visto a Will ir detrás de la psicóloga y que ella le diga que no? ¿Cuántas veces Sue ha intentado sabotear al grupo? ¡Que como running gag mola! Me parece perfecto, es la némesis malvada pero el grueso del capítulo no puede ir de que Sue planea desestabilizar al Glee Club, porque los capítulos se vuelven fotocopias.
Los personajes nunca han tenido ninguna entidad y no emociona nada ver a Finn enamorado de una o de otra. Es que da todo igual. Por más que me canten lo maravillosos que son y los sentimientos que tienen ese trabajo lo tenían que haber hecho antes. Se preocuparon demasiado por mostrarnos a Kurt y se olvidaron de los demás. Ahora ya es tarde.
Ah... Kurt... esa es otra. Se fue al cole de ricos (por cierto, maravilloso el gag del 2x16 Original Song en el que uno pregunta pero ¿Es una escuela de gays?) y perdió todo su encanto. El lider del grupo es lo más histriónico, feo e insoportable que ha dado la serie. Hemos visto a Kurt, que es el personaje favorito de casi todos, durante 10 capítulos sentado y haciendo coros con cara de pena mientras las locazas de sus compañeros daban volteretas a su alrededor. Nadie se merece eso.
Las únicas que habían evolucionado y pasaron de ser prácticamente extras sin frases a reinas absolutas de la serie fueron Britney y Santana, pero sinceramente me asquea el giro que les han dado en los últimos capítulos. Se están cargando lo poco de comedia que tenían.
¿Y esa gorda? No es que me preocupe que sea gorda, es que no se puede ser peor actriz. Y más o menos todo es así, impostado, porque Glee se ha levantado como esa serie maravillosa que está a favor de los obesos, de los gays, de las lesbianas, de las frígidas, de las síndrome de Down, de los paralíticos, de los coreanos, de los negros... Pfff y prometía irreverencia.
Me gusta cuando veo a los profesores en los pasillos, cuando el jurado de las regionales empieza a decir sandeces. Me gusta cuando Rachel decide hacer una fiesta, me gustan los chistes, me gustan las frases de Sue. Me gusta cuando es ácida, pero no se puede ser ácida y a los dos minutos cantarle a los niños con cáncer. O todo o nada.
Para mí la Glee ideal tendría que ser una sitcom de veinte minutos. Cuarenta son demasiados y cuando sobra la mitad es que nada está bien. La maquinaria se ha roto y por lo tanto se puede arreglar, que estamos hablando de gente inteligente y potencial hay de sobra. Pero no se puede abarcar todo, querer contentar a todos. Hay que saber elegir, es la única manera de evolucionar.
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