lunes, 7 de febrero de 2011

Crece la desigualdad: ¿Cómo es posible que el 1% más rico nos gane al 99% restante en esta guerra de clases brutal?

SINPERMISO

¿Quiénes son ellos? El 1% más rico. Y quizás el 9% siguiente. ¿Quiénes somos nosotros? Todo el resto. Lo que plantea una interesante cuestión. ¿Cómo se las ha arreglado una pequeña fracción de la población –que es diversa en muchos sentidos- para que sus estrechos intereses económicos dominen a los intereses económicos de la mayoría? Y, al hacerlo, ponen en peligro el bienestar económico de nuestra nación y llevan al sistema financiero mundial al borde del colapso. Ellos tienen dinero. Nosotros tenemos votos.

En teoría, esto significa que nosotros deberíamos tener el gobierno. En teoría, el gobierno debería ser un contrapeso contra los excesos del dinero, adoptar un punto de vista amplio para el bien de la nación y velar por la mayoría. Ni que decir tiene, por los pobres y maltratados.

Lo que tenemos actualmente es un partido político que es sin lugar a dudas el partido del dinero y otro partido que se vende totalmente al dinero.

Bien, como mínimo tenemos redes de seguridad.

El mayor arrepentimiento de George Bush es no haber privatizado la seguridad social. ¿Por qué tanto anhelo?

Una de las razones es que se trata de una gran masa de dinero. Absolutamente gigantesca. A los banqueros y cambistas les vuelve locos no poder meter sus manos en ella.

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domingo, 6 de febrero de 2011

El Siglo XXI es así...

Paseaba ayer por el antiguo cauce del Turia. Hacía un gran día, con un descomunal sol de almíbar haciéndole justicia a los (cada vez más) parados que por allí pululábamos. Entonces, cuando abandoné mi divagar, escuché, como el que no quiere la cosa, una interesante conversación que mantenía un trío de post adolescentes.

La chica mostraba su par de botas nuevas a dos amigos. Alardeaba del precio de las mismas. Bastante más de cien euros.

A uno de los chicos se le ocurrió (si nos callásemos a veces) cuestionar la relación estética-precio de dichas botas, a lo que ella le espetó cargada de una desairada e incontinente irritación:

-“Si tú fueras tan guapo como estas botas, entonces saldría contigo”

El chaval calló y mostró su estupor con una indescriptible mueca de indefensión dirigida al tercero en discordia.

Continué caminando, crucé la calle y vi entonces a otro joven arrancando su coche nuevo. El mismo se santiguó varias veces tras accionar el arranque y besó el volante con una devoción incontenida.

Más tarde, una inminencia universitaria nos aseguró que la que vivimos es la mayor crisis conocida por el ser humano. Me lo creí.

Yo ya te lo dije

jueves, 3 de febrero de 2011

Los que se pelean se desean...

"La juventud católica no debe tolerar el tribalismo o los bailes indecentes del Rock and Roll"
(Cardenal Strich, Chicago 1957)

"Si Dios puede salvar a un degenerado como yo, puede salvar a cualquiera" (Little Richard, 1984)

Yo ya te lo dije

Yo fui a la huelga

El importante acuerdo social logrado por el Gobierno y los sindicatos merece que nos atrevamos a barajar la insatisfacción con la alegría. Como me dedico a escribir poemas, tarea que supone un metódico ejercicio de conciencia sobre la queja y los deseos, no me da miedo asumir el sentimiento de la contradicción.

Yo fui a la huelga el 29 de septiembre de 2010 para protestar ante la deriva de una democracia europea humillada por un capitalismo de cajas destempladas. Permítanme el juego de palabras porque la reforma de las cajas me parece el ejemplo más claro de la dirección tomada por un sistema que ha decidido liquidar cualquier apego al territorio (es decir, a la gente), acabar con la autoridad política y olvidarse de la cultura y las obras sociales. Cuando se expulsaba del ejército a un militar o cuando se conducía a un reo al cadalso, era costumbre destemplar las cajas de los tambores para hacer sonoro el desprecio. Los mercados financieros han conseguido imponer un tiempo de cajas destempladas, el Gobierno se humilló a su marcha y yo me puse en huelga convocado por los sindicatos. Como las políticas del Gobierno siguen desafinando y el acuerdo alcanzado supone una pérdida de derechos cívicos, no tengo más remedio que admitir mi frustración.

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miércoles, 2 de febrero de 2011

La niña de Globomedia


El concepto de la niña de Globomedia va a acabar siendo tan famoso como el de la niña de Rajoy. Todo el mundo habla de ella, y no hay serie española que no tenga una.

La niña de Globomedia es una niña que va cumpliendo años pero su voz en off sigue teniendo tres. Que sus guionistas no sepan cómo habla una niña no es raro, cualquiera que haya visto a un guionista de Globomedia sabe que es imposible que con esas pintas tenga hijos e incluso novia, pero si la niña habla así es porque hay una mano maestra que pide que esa voz esté, cueste lo que cueste, en el Internado o en medio del océano, para que nos explique qué está pasando desde la inocencia. Hace preguntas idiotas y tiene la inteligencia de un animal de compañía, pero desde su metro treinta lo maneja todo.

Es impensable conseguir el éxito sin ella, Plural esto lo sabe y apostó por este concepto llevándolo al límite. En Ángel o Demonio la niña de Globomedia es el mismísimo Lucifer.



Ángel o Demonio tiene muchos problemas pero nos encanta y hablo en plural porque lo noto en el ambiente. Es una serie fallida pero ¿Alguna no lo es? Los diálogos son horribles, la dirección nefasta, el tono mal planteado, tenía que ser más comedia y menos drama, esta vez sí, pero el casting es maravilloso. Los chicos están muy buenos. Aura Garrido es preciosa y bastante bien lo hace con lo que tiene detrás. Porque a ver cómo se puede empezar una serie juvenil matando a tus padres y encima recuperar la empatía. No, esto no se llama riesgo, se llama chapuza.

Cuando la base está, todo lo demás es mejorable. Lo malo es que no sepan mejorarlo, que siga siendo una comedia involuntaria.

Esa familia Adams es lo más. Mar Saura nos gusta. La niña no debería estar doblada, qué pena más grande, qué mal lo tiene que hacer la pobre... pero hay cosas que no pueden suceder nunca más. Nunca más diálogos que tengan la palabra Averno. Nunca más personajes de dos dimensiones, ese maltratador no, demostremos que podemos ir un poco más allá del culebrón colombiano, por favor. ¿Y tanto cuesta mostrar algo del objetivo final en el piloto? No vamos a soportar ver demonios matando a gente porque sí. Necesitamos una razón.

A la serie le falta humor. Tiene que ser más un True Blood que un Crepúsculo. Necesitamos por una vez no sonrojarnos. Pero lo importante está. Lo importante es que la chica y el chico tienen química. Que una es un Ángel y el otro un demonio. El colmo de la tensión sexual no resuelta siempre que tiren hacia Buffy y no a un Gavilanes, que sería lo fácil.

Eso sí, lo que detesto es que no hayan jugado con esa niña. Si tiene 600 años ¿No le tendría que dar por culo hablar de muñecas con la vecina de seis? Le falta mucha picardía a ese personaje, pero si la tuviera quizás no sería la niña de Globomedia y a ver cómo superamos el 20% de share.

Más aquí.