La partida del poeta Miguel Nicolás D´Alio nos enseña una vez más o que para las generaciones futuras, y para la cultura de los pueblos puede significar una pluma bien usada. Cualquiera escribe un poema, una historia, un libro; pero solo unos bendecidos por el cielo tienen el privilegio de crear imágenes que lleguen a calar muy hondo en el sentimiento de los pueblos. Y tampoco existe un género especifico al que se adscriben las joyas de las letras, pués desde lo más estrictamente académico, hasta lo más radicalmente ridiculo, hemos visto y más hoy que nunca en la historia, que unas simples lineas conducen al autor a la cima de la montaña de los recuerdos. Numerosos casos en todos y cada uno de nuestros pueblos de habla hispana hemos tenido, -¡Y tenemos hoy mismo!- de escritores y más aún de poetas que nos hacen vibrar con sus obras, sus imágenes, sus representaciones del sentir ya sea general ya de una sector de la sociedad; Amor, Amistad, Rechazo, Patria, Madre, etc. Por todo ello, a mi modo de ver, un poeta no muere nunca, porque nadie puede morir mientras su pensamiento este vigente. A eso aspiramos muchos, y llegan solo unos privilegiados del pueblo y del cielo. ¡PARA TI, MIGUEL, DESEAMOS ESTA SUERTE!
