miércoles, 17 de diciembre de 2008

El castigo

Si hubiera venido a escribir esto nada más terminar de ver la serie el resultado habría sido distinto. Después de 12 horas creo que ya lo entiendo. Calparsoro tenía ese escandaloso final en la cabeza desde siempre, no era un pegote, era la conclusión lógica.

El castigo cuenta la historia de una granja de castigo para pijos. Ellos se portan mal... los padres los meten en la granja. En toda peli o serie carcelaria hay algunas constantes, por ejemplo que nunca sepamos lo que realmente han hecho los presos por si acaso. No vaya a ser que nos distanciemos del personaje por un asesinato o una violación que no necesitamos conocer. Hasta bien entrada la primera temporada de Prison Break no nos cuentan qué hacían ahí Tbag, ni Sucre, ni nadie (es más, lo contaron por el capítulo 13, donde empezaba la ampliación). Si queremos crear empatía lo mejor es no saber qué han hecho mal. Pero Calparsoro no tenía ninguna intención de crear empatía y se merece todos mis aplausos. Yo, como espectadora hubiera deseado engancharme y rezar por que esos niños se escaparan de allí, pero tengo que respetar a Calparsoro que odiaba a esos mocosos y aún así tuvo los cojones de escenificar un drama carcelario clásico, con sus torturas, escapadas y persecuciones durante 5 horas. Hay que tenerlos bien puestos para pretender que tus espectadores se queden ahí pegados con unos personajes tan repelentes.

Gus Van Sant lo hizo en Elephant, pero aquí no eran repelentes, lo que no había era personajes. Él pretendía indagar sobre la maldad pura, la que no necesita influencias ni excusas y qué mejor forma de hacerlo que convirtiendo a todos tus personajes en maniquíes.

Calparsoro no llegó tan lejos, que esto es un telefilme de Antena3. Pero su intención desde el principio fue contar que estos chicos se merecían este castigo. Y olvídense ya de la estupidez de "La violencia genera violencia". No, esto no va de eso, porque estos salvajes eran violentos desde el principio. Calparsoro lo que quería era que supiéramos que estos hijos de puta violentos merecían ese castigo, y que tenían que haberse quedado a vivir en esa granja para siempre. La cuestión es ¿Lo sabía Antena3?

Creo que a nivel guión ha habido un par de momentos horribles, como esa fuga del segundo capítulo que era de día, luego de noche, luego de día... un sindios. Bastante raro ya es que alguien pueda encontrar a alguien en ese bosque inmenso, pero claro, es mucho más sencillo si las reglas espacio temporales desaparecen. Y me parece que fue un error contar al principio de la serie que el prota se había salvado, por más que esté basado en un hecho real, eso es estropearnos la fiesta. Es ridículo.



Había diálogos más, menos malos, pero las explicaciones del estilo "No eches la culpa a todos los jóvenes de la muerte de tu hijo" eran patéticas y de esas había muchas.

Los chicos no estaban nada mal. Después de los últimos estrenos, cualquier adolescente que no hable rapeando me parece un actorazo. Quizás Simona era la más floja. Pero lo peor era el cambio de actitud de los personajes, primero te llevo una galleta, luego te pego un grito. Ah, y luego nos besamos porque... porque lo dice la página 46, exterior día, sí, aquí, debajo del ciprés.

Pero todo esto era intencionado. Calparsoro lo que quería era contar que estos chicos estaban desequilibrados y tenían un punto de esquizofrenia, tenía que prepararnos para SU FINAL. Y lo consiguió. Todos queríamos que esos chicos se quedaran a vivir en esa granja para siempre y seamos sinceros, todos deseábamos que sus castigos fueran realmente fuertes, que yo he visto pruebas más duras en Pekín express.

Me pregunto si entre los 5 millones de personas hubo padres que obligaran a sus hijos a ver la serie como aviso de lo que pudiera pasar: "Tú sigue comportándote como un energúmeno y verás lo que te pasa".