martes, 31 de marzo de 2009

Serie

A ustedes las series americanas se las traen al fresco, no vamos a estar con tonterías. Ustedes lo que quieren es que yo sea muy mala, que critique hasta la sangre para luego ser apaleada por anónimos resentidos. Ya lo sé, si yo también. Pero permítanme de vez en cuando hablar de series de verdad, que las hay y todos tenemos que verlas.

El otro día en internet hubo una trifulca interesante entre dos bloggers, uno decía que los guionistas tenían que ver series nacionales y otro decía que no. El que decía que sí defendía que un profesional tiene que estar al día de lo que se está haciendo porque será mucho más fácil enfrentarse a una reunión de trabajo y adaptarse a las posibles peticiones y porque es importante saber qué funciona, qué se hace y por qué. Yo por supuesto estoy en esta posición y añado que a veces ver lo que está mal ayuda a mejorar. Aunque algo funcione, siempre se puede mejorar.

Sigo por ahí y me planteo que la mayoría de profesionales de la televisión ven poca televisión, pocos ven series nacionales, y la que ven es televisión de calidad. Lo digo por conversaciones que tengo por ahí y porque ya he dicho cien veces que a mí el Facebook me sirve para extrapolar y generalizar. Es bastante probable encontrarte con gente del medio y comentar el último capítulo de Los Soprano, pero bastante improbable que más de uno haya visto un solo capítulo de Águila Roja. Es bastante probable que la pongan a parir, sin embargo.

Si hablas con cualquier persona del medio, guionista, directivo de televisión... todos te dirán lo mismo a la pregunta ¿Qué series de televisión ves? Veo The Wire y antes veía Los Soprano. Parece que cuesta mucho ir más allá. Parece que cuesta saber qué serie te tiene que gustar y cuál no. Da miedo admitir que uno está entregado al mainstream. Veo The office pero la inglesa. ¿Perdidos? ¡Yo lo que me bajo es El prisionero!

Sí, pero no quería hablar de esto, aunque me sirve como introducción. Quería hablar de un debate que leo últimamente, el de la nueva televisión. Está de moda esto de Yo no veo televisión, yo veo "ficción de calidad". Claro que últimamente los conceptos están algo descolocados, para mí un capítulo de Californication es televisión. Lo es porque está creado para televisión y lo mismo da que yo me lo baje en unas horas, a que me lo grabe de Cuatro un par de meses después. Yo no voy al cine, yo veo películas. ¿A que nadie se jacta de eso? La televisión la vemos pero en diferido.



Y ahora sí llego a dónde quería llegar. Por razones que no vienen al caso (mentira, la culpa es de mi novio) nunca me enganché a Battlestar Galactica. En el primer post de este blog hablé de la serie y dije que me parecía una tontería aburrida donde siempre pasaba lo mismo. Sí, pero es que no la veía, solo la escuchaba de lejos cuando pasaba cerca de la puerta del salón. Decidí empezar a verla la semana pasada y ya voy por la mitad de la segunda temporada. Me veo un capítulo mientras desayuno, 3 de madrugada y con mucha suerte puedo ver uno a la hora de comer. Voy bien. Pienso que podré ver el final en menos de 2 semanas.

Una serie de 4 temporadas intensísimas, cardíacas, me la habré ventilado en un mes. No es sano. No es natural. Yo ahora no hago más que ver cylons por la calle. Entiendo que todo sea diferente a como era antes, entiendo que internet nos ha cambiado la vida. Que todo esto es estupendo, pero quiero reivindicar el poder de la televisión como medio para que millones de personas se sienten a la vez a disfrutar de un producto. Me parece cojonudo poder coger Battlestar Galactica cuando a mí me de la gana y verla entera. Poder decidir si el cliffhanger me va a provocar una sacudida en el corazón o va a ser solo un parón de un segundo. Pero no es justo. Esta serie merecía que yo la viera una vez a la semana, merecía que después de verla compartiera mis impresiones con mis amigos. Y no ha podido ser. Ni nunca podrá ser así. La televisión es cojonuda cuando se puede compartir. Es una pena que nadie se de cuenta de eso.

Si me dan a elegir por dios, claro que me quedo con esto. Me quedo con poder ver todos los días un capítulo de Gossip girl, uno de Mujeres desesperadas, uno de Ugly Betty, uno de Lost, claro joder, por supuesto. Pero si me dan a elegir lo que realmente quiero es despertarme un lunes y saber que esa noche a las 10 voy a tener mi dosis de televisión, voy a ver mi capítulo. Ahora podemos tenerlo todo. Pero yo lo que digo es que no puede ser que se aplauda que la televisión se haya convertido en un medio individual cuando la gracia estaba en su capacidad de unir gente. Quizás es un defecto de guionista. Ellos se comen la cabeza para dejarme a mí hecha mierda durante 7 días y yo cojo y me pongo otro capítulo enseguida y estropeo toda la fiesta.

Bah, esto solo era una excusa para decir que estoy viendo Galáctica, y que estoy fascinada.