martes, 19 de enero de 2010

El final de El Pacto

El Pacto terminó y nos quedamos igual. ¿Qué nos contaron que no supiéramos desde el trailer? Pues que se habían quedado embarazadas por una chorrada ¡porque una de las amigas se iba a ir a vivir a Ferrol! Bueno, esa en principio era la excusa de Rebeca, que en realidad quería quedarse embarazada para putear a su madrastra, cosa que también sabíamos desde el capítulo uno.


Lo importante de todo esto es que no era una miniserie sino una TV movie hinchada de aire. No había nada en el horizonte como intuíamos porque la relación entre los padres y los hijos, esa supuesta infelicidad de las chicas no existía por ningún lado. Esa redacción ridícula de Rebeca ni siquiera era cierta, no se veía nada de eso, los padres eran unos panolis que ni pinchaban ni cortaban, pero tampoco era su dejadez lo que aquí se intentaba criticar. En realidad no se intentaba criticar nada, ni el embarazo... porque la única conclusión a la que llega la serie es que si tienes problemas en casa, si has cortado con tu chico, si te vas a mudar a Ferrol, si tu padre es gilipollas, si no tienes donde dormir, lo mejor, lo que más te va a interesar es QUEDARTE EMBARAZADA. Lo pasarás un poco mal a la hora de la siesta o mientras ves pasar las bicis en las que no podrás montar, pero tu vida dará un giro a mejor. Tu madre dejará de gritarte, tu padre estará más en casa, tu novio volverá contigo, tus padres, separados, acabarán juntos. Y sí, tendrás un bebé. Y lo querrás aunque seas una pija gilipollas. Palabra de Fernando Colomo.

PD: ¿Por qué Marina Salas caminaba como si el bebé estuviera asomando si solo estaba de 3 meses?