Izquierda Unida ha mostrado su estupefacción porque el nuevo gobierno local del PP haya optado por sacar a concurso la contratación de la auditoría externa del Ayuntamiento de Jerez y sólo haya echado la vista atrás hasta 2006, año en el que pone el tope al futuro estudio imprescindible para que la ciudadanía conozca con detalle qué ha ocurrido en estos ejercicio para que el volumen de deuda global del Consistorio (y empresas municipales) casi llegue a los mil millones de euros. Desde la formación de izquierdas, “pensamos que lo más idóneo es extender la auditoría a los dos últimos mandatos, en los que el aumento de la deuda ha sido descomunal debido, primero, a la etapa de alianzas políticas, que supusieron un derroche de cuatro años intolerable y, segundo, a la ineficacia gestora de un PSOE que no ha hecho más que agravar los pésimos datos económicos municipales”.
“¿Por qué no extiende el PP la auditoría externa hasta 2003, es que quizás no le interesa que se sepa qué clase de política practicó y consintió cuando la señora García-Pelayo era alcaldesa gracias al pacto con Pedro Pacheco?”, se han preguntado desde IU. Ya en el Plan de Viabilidad Económico y Financiero del Ayuntamiento, Izquierda Unida dejaba a las claras que parte del actual desastre económico municipal se fraguó en la legislatura de 2003 a 2007, cuando la deuda se incrementó, según las liquidaciones presupuestarias, en 184 millones. El PSOE tampoco fue capaz de reconducir la situación cuando se hizo con el gobierno con mayoría absoluta, y también prefirió hurtar a la ciudadanía la auditoría externa para no perjudicarse con unas cuentas de las que también era responsable. “¿Va a hacer el PP lo mismo? ¿Va a supeditar sus intereses partidistas y evitará que no se conozca toda la evolución real de la deuda municipal para poder atajarla y entrar en una senda racional de saneamiento en el Ayuntamiento?”, vuelven a preguntar. “La situación, como ha dicho la propia señora Pelayo, exige valentía y ahora mismo lo más valiente es ver qué ha ocurrido en los últimos ocho años en el Ayuntamiento a todos los niveles para arrojar luz al camino de las decisiones que hay que emprender para que el colapso no vaya a un estado aún peor”.
Como se recordará, expone el Plan de Viabilidad de Izquierda Unida, los sucesivos gobiernos municipales de alianzas (legislatura 2003-2007), presididos por el PP y por el PSOE en los últimos 8 años, no fueron capaces de realizar una política autónoma que rectificase la orientación de la anterior: su supeditación a los intereses de Pedro Pacheco –el “alcalde de urbanismo”- y aliado, impidieron lo que a gritos una buena parte de la ciudadanía reclamaba: una auditoría económica externa que pusiera de manifiesto la situación de las cuentas municipales y de las conductas que presidieron las actuaciones que han dado lugar a la misma, y la exigencia de las responsabilidades políticas, legales y personales que hubieran. Si esta exigencia de responsabilidad por estos dos partidos -PP y PSOE, cada uno en su turno de gobierno- era explicable –aunque no aceptable éticamente- por su dependencia del PSA, no lo ha sido así en la última legislatura municipal 2007-2011 en la que el PSOE tuvo mayoría absoluta para gobernar en solitario: la realización de la auditoría externa reclamada hubiera permitido conocer en los primeros meses de su mandato la grave situación económica del Ayuntamiento, dar a conocer a la situación real a los partidos políticos del Consistorio municipal, a los agentes sociales y a la ciudadanía en general, buscándose aliados y complicidades en las reformas que de pura necesidad se comprenderían. No fue así, sino que se mantuvo la situación agravándola aún más, sin medidas para su solución, y se prosiguió con una política errónea de personal con nuevas contrataciones y sustanciosas remuneraciones tanto a políticos como a profesionales afines.