miércoles, 21 de septiembre de 2011

Homicidios

Yo digo sí a Homicidios. Me ha convencido totalmente y la rotundidad tiene una razón: Hay química entre los protas. Es algo que parece obvio pero que por razones que se me escapan, no se solía ver en la ficción española.

Es que vamos, es lo mínimo. Aprovecho este post para hablar de un tema fundamental y que me ha quitado el sueño durante décadas: La falta de belleza de nuestros actores. Que ya está bien, ya está bien.

Y cuando digo actores digo actores en masculino, porque de chicas monas andamos sobrados. El problema viene con los hombres y yo tengo una teoría: Las directoras de casting son lesbianas. Ahí lo dejo.

Hay una generación que salió muy jodida y es la de Eduardo Noriega. Que alguien me nombre por favor, a 10 actores españoles sobre los 40 guapos. Y ojo, actores conocidos. Actores capaces de mover ellos solitos una serie de prime time como hizo Noriega. Que el 16% se consiguió por su nombre, no nos engañemos. Y eso que el tío no fue ni a un solo programa a promocionar su serie (seguramente de haberlo hecho, habría llegado al 20%). Pero estrellas guapas no tenemos.

Y esos actores existen, tienen que estar en algún sitio. La cosa es ¿Por qué no han podido brillar? ¿qué nos ha pasado? ¿Qué hay entre Imanol Arias y Mario Casas? Yo os diré lo que hay: Ernesto Alterio, Gonzalo de Castro, Santi Millán, Javier Cámara, Tristán Ulloa, Willy Toledo. Son actores maravillosos (no todos). Son cómicos. Vale. ¿Pero tienen que estar en todos lados? Adam Sandler hace su comedieta anual y ya. Con de vez en cuando tenemos, pero ¿tanto? y ¿siempre?.

¿Por qué Mario Casas es una estrella? ¿porque los findes representa Hamlet en el teatro Español? No, porque está bueno. ¿Que no es buen actor? ¿Y qué? Tiene una espalda maravillosa.

La cosa es que en los 90 el cine tiraba mucho. Los actores miraban a la tele con asco y no se quedaban ni media temporada. Y miren lo que ganaron. Adriá Collado tuvo que volver a la tele pero ya no podía ejercer de guapo porque se le había pasado el arroz. Ese chico sí que merecía una serie para él solito. ¿Y los chicos de Al salir de clase? Cada uno tendría que haber brillado por separado. Pero no, porque los FEOS actuaban mejor.

Como los directores de series han estado SIEMPRE más preocupados por mover sus grúas que por dirigir a sus actores, la culpa era de estos pobres ¡Que bastante tienen con ser guapos!. Ya estás tú para hacer que hablen bien y si haces buena tu serie, con el paso del tiempo aprenderán a quitarse la patata de la boca e incluso podremos entenderlos. No queremos llorar, queremos sudar. Queremos que estén buenos.


Y una vez dicho esto, quiero decir que Homicidios está muy bien. Que tiene cosas horrorosas, como que se repiten frases una y otra vez. Que sí, que en el caso del 2009 hay una coincidencia de ADN, que sí, que te lo dije hace cinco minutos pero ahora que está el jefe aquí vuelvo a decir que en el caso del 2009 hay una coincidencia de ADN. Pero bueno, hay que llenar las 80 páginas.

El parecido con El Mentalista o Castle es obvio, y es buenísimo, pero parece que es difícil en España meterle un poquito de humor a un drama. Aunque intuyo que en el guión eso sí que está: el comentario de Noriega sobre las mujeres asesinas que utilizarían veneno merecía una actuación más graciosa.

Pero la serie estuvo bien, me molesta quizás un poco que Sawyer (perdón, Soller) no ejerza de psicólogo cuando encuentra algo. Que descubra dónde está el asesino por una tarjeta de memoria que podría haber encontrado cualquiera no tiene ninguna gracia la verdad. Pero bueno, que es lo de menos. Que me gustan todas las relaciones entre los protas, que la Freijeiro es cojonuda, que la novata es monísima, que los polis no van de sobrados, que en general, mola. Y está muy bien que éste sea el primer caso en condiciones del equipo, que jamás se había encontrado con un asesino en serie.

El 16% de share me mosquea, tendrían que haber hecho más, a ver si sube que huelo en el ambiente buenas críticas y la gente en casa no es nada tonta.