ambién combate colesterol y diabetes
El hígado es un órgano primordial para la salud ya que es nuestro principal desintoxicante. Es la glándula más grande que tenemos y la más trabajadora; el hígado tiene encomendadas más de 500 tareas de las cuales al menos 22 son vitales para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Por tanto su cuidado es esencial para el mantenimiento de nuestra salud. Cuando el hígado está cargado por exceso de trabajo (mala alimentación, sustancias tóxicas…) todo el organismo se resiente. El exceso de bebidas alcohólicas destruye al hígado. Recuerde que la moderación de su alimentación y emociones le permitirán conservar su salud.
CURA DE ALCACHOFAS
Para limpiar el hígado consumir diario medio kilo de alcachofas durante tres o cuatro días. La alcachofa puede comerse en ensaladas (corazón sancochado) o también tomar dos cucharadas de harina de alcachofa en un vaso de jugo de papaya por 15 días en ayunas por las mañanas. Añadir cinco vasitos del néctar de sanky y stevia y cinco vasitos del extracto de alcachofa. Después desayune ensalada de frutas dulces. Por ejemplo: papaya, melón, platano de isla y manzanas picadas con miel de la selva al gusto. La bilis segregada después de la ingestión de alcachofa es menos densa y más fluida, lo cual descongestiona el hígado. De esta forma se ve favorecida la función desintoxicante del hígado, gracias a la cual se neutraliza y elimina con la bilis muchas de las sustancias extrañas y tóxicos que circulan por la sangre. Para limpiar el hígado hay alimentos que tienen que ser suprimidos: Bebidas alcohólicas y gaseosas. Especias fuertes, especialmente pimienta, clavo, mostaza y vinagre. Cocidos grasos y muy condimentados. Carnes. Embutidos en general. Frituras y salsas grasas. Churros, productos de repostería. Alimentos que si se pueden consumir con libertad: Frutas y verduras crudas (o en jugos) ricos en vitaminas C (cítricos, fresas, camu camu, piña, kiwi, col, perejil…) y A (zanahorias, pimientos…). Hidratos de carbono compuestos como los procedentes en cereales integrales (trigo, avena, pan integral), papas, frutas (especialmente las uvas), y verduras) para que el hígado pueda aumentar su reserva de azúcares. Granos Andinos como la quinua, kiwicha y kañiwa. Pescados blancos a la plancha o al vapor y alga espirulina por su riqueza en vitamina B12. Alimentos ricos en folatos como las verduras de color naranja y verde oscuro (zanahorias, tomates, acelgas), el aguacate, el pan de centeno y la levadura de cerveza. Aceite de pescado porque es rico en vitamina K. Aceite de oliva virgen, siempre crudo, aliñando ensaladas y verduras, ya que es un verdadero remedio terapéutico para el hígado. Ensaladas de, rábanos, diente de león, apio, perejil, tomate, cebolla cruda, pimiento rojo, achicoria, lechuga.