martes, 26 de noviembre de 2013

LUZ NATURAL : El Color en el espacio visual
















La Luz natural y el COLOR, La luz artificial y el COLOR : Seguimos con otro capítulo sobre la iluminación Natural

Fuente : IDAE

El órgano de la visión del ser humano (ojo) funciona conectado con el cerebro para poder interpretar las imágenes que se forman en él; y así es capaz de distinguir, mediante unas células denominadas conos y su relación con las diferentes partes del cerebro, los distintos colores.



El elemento emisor de luz, ya sea ésta natural o artificial, posee una serie de características cromáticas que están representadas fundamentalmente por dos atributos:

              #  La apariencia de color de la fuente de luz.
              #  Su capacidad para reproducir colores, que afectan a la apariencia de color de objetos y personas iluminadas. 



Apariencia de color
 

El elemento emisor de luz, ya sea ésta natural o artificial, posee una serie de características cromáticas que están representadas fundamentalmente por dos atributos:
La “apariencia de color” de una lámpara se refiere al color aparente (cromaticidad) de la luz emitida. Es cuantificada por su temperatura de color correlaciona- da (TC).
La apariencia de color se suele describir como aparece en la Tabla 3. 




En el alumbrado natural, el ser humano no puede cambiar la apariencia de color; pero en el alumbrado artificial sí puede hacerlo. De hecho, la apariencia de color proporciona una información psicológica, estética y de lo que se considera como natural. La elección dependerá del nivel de iluminancia, de los colores de la sala y muebles, del aspecto de la luz natural circundante y de la aplicación. En climas cálidos generalmente se prefiere una apariencia de color de luz artificial más fría, mientras que en climas fríos se prefiere una apariencia de color de luz artificial más cálida.

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Rendimiento de colores

Es importante que los colores del entorno, de objetos y de la piel humana sean reproducidos natural y correctamente para que las personas parezcan atractivas y saludables. Además, los colores relacionados con la seguridad siempre deberán ser reconocibles como ta- les (véase también ISO 3864).
Para proporcionar una indicación objetiva de las propiedades de rendimiento de colores de una fuente luminosa se ha introducido el índice de rendimiento de colores general, Ra, cuyo valor máximo es 100. La cifra asignada al índice de rendimiento de colores disminuye al disminuir la calidad de la reproducción cromática.
De acuerdo con la norma UNE EN 12464-1, las lámparas con un índice de rendimiento de colores menor de 80 no deben ser usadas en aquellos interiores en los que trabajen personas o permanezcan durante periodos largos. Pueden hacerse excepciones para algunos lugares y/o actividades (por ejemplo, alumbrado de naves), pero deberán tomarse medidas adecuadas para asegurar el empleo de un alumbrado con el mayor rendimiento de colores posible en puestos de trabajo ocupados de modo continuo y cuando se hayan de re- conocer los colores de seguridad. 


El valor mínimo del índice de rendimiento de colores para distintos tipos de interiores (áreas), tareas o actividades está dado en la norma.

Efectos perjudiciales sobre la visión

De entre los efectos perjudiciales más corrientes que las instalaciones artificiales de iluminación provocan sobre la visión, cabe destacar:
•­ El parpadeo o efecto “flicker”, que causa distracción y puede dar lugar a molestias tales como dolores de cabeza.
•­ El efecto estroboscópico, que puede conducir a situaciones peligrosas producidas por la no percepción del cambio de movimiento de maquinaria giratoria o que se mueve en vaivén.
Los sistemas de alumbrado deben estar diseñados para evitar el parpadeo y el efecto estroboscópico.

NOTA:
- Esto puede conseguirse fácilmente, por 
ejemplo, mediante el uso de alimentación con corriente continua para lámparas incandescentes, o haciendo funcionar lámparas de descarga a altas frecuencias (alrededor de 30 kHz o superiores) como sucede con los balastos electrónicos.